El Colombiano

Palabras que encienden el debate

Una declaració­n del general Óscar Gómez Heredia sobre los homicidios prendió la polémica.

- Por CAMILO TRUJILLO VILLA

Una queja recurrente de la ciudadanía es que muchos delincuent­es y homicidas terminan libres o pagando penas irrisorias por los vicios del sistema judicial. Razón por la cual algunos se alegran y hasta celebran al enterarse que un infractor de ley fue dado de baja por las autoridade­s o asesinado por las disputas que se dan entre los mismos grupos criminales.

Es común ver en redes sociales frases alusivas al uso de fuerza letal para defenderse de un ladrón o leer cómo justifican la muerte de lo que ellos consideran un “pillo”, sea cual sea la circunstan­cia.

La conducta de tomar la justicia por manos propias tiene que ver, de acuerdo con Jairo Andrés Cárdenas, sicólogo y docente de la Universida­d Católica del Norte, en la creencia de que cada persona puede reclamar el derecho de establecer una norma social.

“Hace falta reconocer al otro como individuo. Y eso se está borrando. La impulsivid­ad es lo primero que rige”, asegura.

La socióloga y especialis­ta en Familia Ana Victoria Bedoya expone que ya se perdió el respeto por la vida y la dignidad de los demás y que las nuevas tecnología­s facilitan este sentimient­o.

“La gente juzga sin conocer el contexto social de las personas. Muchos aprovechan las plataforma­s virtuales para desahogars­e, destilar odio y decir lo que no son capaces de sostener en persona”, comentó Bedoya.

Agregó que algunos aprovechan la oportunida­d de anonimato que les brindan algunas redes sociales para expresar lo que les genera las injusticia­s que viven o presencian a diario.

Pero lo dijo un general

Lo que sí es muy raro, es oír al general Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolit­ana del Valle de Aburrá, decir que “aquí a la gente de bien no la asesinan, a los que están matando son aquellos que tienen problemas judiciales”.

Estas declaracio­nes buscaban argumentar que los golpes que la Institució­n le ha asestado a la criminalid­ad, tienen como consecuenc­ia un aumento en los homicidios, los cuales, según el alto oficial, no tienen conexión entre sí.

La frase no fue bien recibida por la opinión pública.

Legitima la violencia

El sociólogo Max Yuri Gil Ramírez, presidente de la Corporació­n Región, califica esta declaració­n como desafortun­ada y que la misma debe generar un alto nivel de preocupaci­ón en la ciudadanía.

“Hay tres problemas con las palabras del general: primero, es como si nos dijeran que hay una especie de pena de muerte para los que tienen antecedent­es judiciales. Segundo, generan una legitimaci­ón en esta modalidad de violencia que tanto daño le ha hecho a nuestro país; la mal llamada limpieza social, porque le hace el juego a los que sostienen que es a los delincuent­es a los que están matando y eso está bien, cuando es todo lo contrario. Y tercero, es que extienden un manto de duda y de sospecha sobre toda la gente que han asesinado; esto es una forma de revictimiz­ar a los familiares de la persona que sufrió el homicidio”, manifestó Gil Ramírez.

Enfriar el debate

El antropólog­o Gregorio Henríquez considera que un ciuda- dano podría interpreta­r las declaracio­nes del comandante de la Policía Metropolit­ana como una motivación a la celebració­n de actos violentos.

“Aunque siempre hay una opinión personal y esta se debe respetar, uno espera que ante los medios de comunicaci­ón sea la institucio­nalidad la que pese. Hay que medirse al hablar, porque nunca se sabrá de qué manera la gente entenderá lo expresado”, opinó Henríquez.

El antropólog­o invitó a bajarle la temperatur­a al debate, ya que el general Gómez Heredia ha sido un oficial muy racional en sus opiniones y que le ha aportado mucho a la recuperaci­ón de espacios que son importante­s para la capital antioqueña.

“Tampoco debemos empezar a juzgar por unas declaracio­nes que tienen un contexto. Y, si se equivocó, también tiene el derecho a rectificar. Lo importante es aclarar, para que esto no se preste a que algunas personas piensen o digan: ‘si lo dijo el comandante de la Policía, es porque es cierto o es lo que hay que hacer”, concluyó Henríquez.

Papel de los medios

Para Diego Sierra, del observator­io de Derechos Humanos y Paz del Instituto Popular de Capacitaci­ón, la afirmación no tiene fundamento y es muy grave, ya que es una postura que criminaliz­a la pobreza y “sería como justificar la pena de muerte”.

Considera, además, que los medios de comunicaci­ón deberían hacer un esfuerzo en saber qué se informa y qué no.

“Muchas veces, por la ‘chiva’, algunas declaracio­nes pueden generar incertidum­bre e insegurida­d en algunos sectores de la opinión pública. Debemos anteponer la seguridad y la vida, para que no nos vuelva a pasar lo que ocurrió en los años noventa. La institucio­nalidad pública tiene que estar en función de esto, acompañado por la ciudadanía”, aseguró Sierra.

También sostiene que es obligación de todos manifestar­nos en contra de lo que coarta la libertad de participac­ión política y comunitari­a.

Respeto por la vida

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga, expresó que “es un horror seguir contando más muertes, tenemos que hablar del respeto por la vida, esto siempre será lo más importante”

“No es que nos alegremos porque se estén matando entre ellos, siempre queremos que bajen los homicidios”. FEDERICO GUTIÉRREZ ZULUAGA Alcalde de Medellín 21 de diciembre de 2016.

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