SIN PLANEACIÓN, MOVILIDAD NI COMPETITIVIDAD
Cuando Medellín no recibía las transferencias que hoy le gira Epm de sus utilidades, la inversión en infraestructura iba de la mano con el sistema de la valorización y el presupuesto se elaboraba con el sano criterio de maximizar beneficios sociales y económicos con obras y soluciones de tráfico que respondieran adecuadamente al crecimiento.
Pero llegaron los billones de Epm (más de $2.700 millones diarios), para que alcaldes viajeros con imaginación, fungiendo de ricos y sin haber construido lo básico de la infraestructura y con visión a futuro, copiaran ideas de ciudades de primer mundo con proyectos estrafalarios y faraónicos como el deprimido de Parques del Río que ha hecho del tráfico un caos; o el “portaviones” de la 4sur, que tras kilométrico trancón nos conduce a un “embudo”; o el inoficioso viaducto de la Madre Laura, que lo atravesaron a la banca del ferrocarril; inversiones puntuales de un costo superior al billón de pesos que en nada han contribuido a resolver la inmovilidad. Se lanzó por la borda el Corredor Vial Multimodal en las márgenes del río y además se están demoliendo los Interceptores de Aguas Residuales(a un costo de $60.000 millones) para dar paso a otro “soterrado”; un colosal detrimento patrimonial sobre el cual autoridades como la Contraloría o el Concejo no han investigado ni llamado a responder a sus autores.
Y ahora, con el argumento de que hay que privilegiar el transporte público, no se han construido más vías ni mantenido las actuales en buen estado sino que se le están restando carriles para uso exclusivo de buses y se concesionan a particulares vías públicas para el parqueo, en detrimento de su capacidad, como si el asunto fuese cuestión de pintura o de maquillaje.
La otrora “Tacita de Plata” ya no es la misma de antes porque hoy afronta las consecuencias del gigantesco desfase entre el crecimiento del parque automotor y la precaria infraestructura vial, que pretende resolver los trancones con el nefasto “pico y placa” en una ciudad que cobra altos impuestos mientras mantiene el cobro de altos impuestos y cero inversiones. Y esa no es la receta. Los permanentes trancones son signos inequívocos de una situación calamitosa que se agrava cada día en la medida en que las administraciones “pasan de agache” al no tomar las decisiones técnicas correctas y entonces estaremos condenados a una inmovilidad permanente y la economía se marchitará.
Hay que retomar el proyecto del Corredor Multimodal del río para asegurar la movilidad en los diferentes modos de transporte: el férreo de carga, el sistema metro y tren de cercanías etc