¿Quién se le mide a la Secretaría de Seguridad?
Van 41 días de interinidad y algunos hablan de vacío. El alcalde dice que candidatos aún no asumen el reto.
Más allá de que respete las leyes y cumpla las funciones señaladas por las normas mediante las cuales se creó la Secretaria de Seguridad de Medellín, el futuro jefe de ese despacho debe conocer no solo los problemas de la ciudad, sino también la manera como se han afrontado situaciones similares en Colombia y otras urbes del mundo.
Por eso, aunque el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga ya le ha propuesto el cargo a varias personas, analistas dejan entrever que encontrar el funcionario idóneo no será fácil.
Ese despacho fue creado mediante el decreto 0495 de abril de 2012, en la anterior administración municipal, con el fin de separar este tema crucial que hasta entonces atendía la Secretaría de Gobierno, junto a otros asuntos.
Según esa y otras normas municipales, entre las funciones de la Secretaría están las de diseñar y coordinar las políticas de seguridad, junto con la Fuerza Pública y organismos de justicia, así como proponer y ejecutar planes anuales, estratégicos y específicos.
Así mismo, esta dependencia debe gestionar y ejecutar recursos para seguridad, coordinar diferentes actividades con las autoridades correspondientes y promover acciones para la prevención y disminución del delito en la ciudad.
De esta oficina dependen las subsecretarías Operativa y de Planeación de la Seguridad.
Puntos de vista
El alcalde Gutiérrez indicó a EL COLOMBIANO que si bien hay una interinidad en la Secretaría, él, personalmente, asumió el tema de seguridad como lo ha venido haciendo desde el comienzo de su administración. Confirmó que ha propuesto a algunas personas el cargo, pero ellos rechazaron la solicitud.
“Créame que hay mucha gente que le da susto asumir el cargo y, por el momento, y debido a asuntos de seguridad, muchos dicen que no, pero seguramente en los próximos días encontraré la persona, de los nombres que tengo, para que esté en el cargo”, dijo.
Ha sido tan complejo encontrar el jefe de la seguridad en Medellín, que el mandatario confesó que dos personas “representativas de la ciudad” a las cuales invitó a asumir el cargo le dijeron que no, esgrimiendo temas personales.
“El reto es encontrar a alguien que entienda el tema de seguridad, que asuma el reto y que trabaje en nombre de Medellín. Pero, vamos a dar con el nombre correcto”, enfatizó.
Y es que, empresarios, investigadores sociales y hasta críticos del tema de violencias y seguridad en Medellín han sido analizados por el alcalde Gutiérrez para asumir la Secretaría.
Con respecto al perfil del nuevo secretario de Seguridad de Medellín, Juan David García, docente de la Maestría de Estudios Políticos de UPB, aseveró que debe tener contexto de otras ciudades que, como Sao Paulo y Río de Janeiro, han tenido dificultades con la violencia.
“Debe ser una persona con conocimiento en asuntos de seguridad y defensa, no solo en temas de doctrina militar sino en seguridad urbana, con conocimiento de mecanismos para resolver la violencia y la combinación de herramientas civiles, policiales y militares”, concluyó.
Decisión de fondo
Mientras el alcalde Gutiérrez encuentra esa persona, Juan Esteban Jaramillo, investigador del Observatorio de Derechos Humanos del Instituto Popular de Capacitación (IPC), sugirió que antes debe definir cuál es el problema que genera la violencia en Medellín.
“De un secretario de Seguridad no puede depender una política (...) El problema es la ausencia de un diagnóstico integral. Aquí se asume como una mezcla de crimen organizado, delincuencia común o convivencia. Mezclan violencia intrafamiliar y espacio público”, enfatizó.
Sobre la decisión que debe
tomar el alcalde Gutiérrez, un analista que ha trabajado de cerca en la administración pública, y que pidió le fuera reservado su nombre, apuntó que el remplazo de Gustavo Villegas no se definirá con cuotas políticas.
“No será fácil encontrar la persona idónea. No pasará por un tema de coaliciones y el nombramiento estará alejado de la política, porque el alcalde tiene que ganarse la confianza de la ciudadanía, luego de lo sucedió con Villegas”, dijo.
Secretaría acéfala
Para Carlos Barrios, coordinador del Laboratorio de Investigación Social de la Universidad Nacional sede Medellín, el encargo prolongado en la Secretaría redunda en una percepción negativa de la seguridad en la ciudad.
“La interinidad configura
un vacío institucional. Esa es una problemática que deriva en una pérdida de confianza de la ciudadanía, y en un momento de implementación del Código de policía”, apuntó.
Barrios añadió que, si bien no se puede ligar el incremento de homicidios a la falta de un secretario en propiedad, “la ciudad está huérfana en seguridad y el alcalde está llamado a resolver la situación, no con medidas tibias sino nombrando un funcionario que haga frente a la violencia”.
En materia de homicidios el panorama durante lo que va de agosto, periodo sin Villegas en la Secretaría, es, por lo que revelan las cifras, preocupante. El Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia (Sisc) reporta hasta la fecha 32 homicidios, casi el doble que en el mismo periodo de 2016, cuando hubo 17.
“La seguridad es un tema que no he descuidado ni voy a descuidar. He analizado nombres para la Secretaría”. FEDERICO GUTIÉRREZ Alcalde de Medellín “La interinidad, en el momento coyuntural, puede pesar y traer inestabilidad e incertidumbre”. JUAN DAVID GARCÍA Docente Maestría Estudios Políticos UPB
El mismo Sisc destacó que entre el 1 de enero y el 14 de agosto de este año en Medellín se han registrado 340 asesinatos -13 más que en el mismo lapso de 2016- siendo los sectores Candelaria (Centro), Robledo, Belén, San Javier, Doce de Octubre, Castilla y Guayabal, en su orden, los más violentos. Más del 45 % de los casos de homicidios son conse- cuencia del enfrentamiento entre grupos delincuenciales, según las autoridades.
Quién asume el reto
El encargo del despacho fue encomendado por el alcalde Federico Gutiérrez, al instante de la dimisión de Villegas, al subsecretario de Gobierno, Andrés Tobón, quien en poco más de un mes ha tenido que sortear intensos enfrentamientos de grupos al margen de la ley en el corregimiento Altavista y las dos semanas más violentas en Medellín, en materia de asesinatos.
Tobón es considerado por los analistas un destacado y estudioso profesional. Con 26 años de edad, es politólogo de la Universidad Eafit y tiene una maestría en Estudios Humanísticos del mismo centro de educación superior.
Fue gestor de proyectos en convenio con el programa Preparémonos para la Paz de la Gobernación de Antioquia y el programa US-AID desde el año 2014, hasta asumir cargo de subsecretario. También se desempeñó como consultor del Centro de Análisis Político de Eafit.
EL COLOMBIANO buscó al secretario Tobón, pero este no respondió al llamado. Sin embargo, el alcalde Gutiérrez destacó la labor del funcionario y el papel que desempeña.
Más allá de un nombre
Juan Esteban Jaramillo anotó que la Alcaldía, antes que buscar un secretario de Seguridad, debe mirar por qué tantas personas terminan vinculadas a estas estructuras delincuenciales.
“Una Secretaría de Seguri-
dad puede servir dependiendo de procesos de articulación institucional en la Alcaldía. El énfasis en los últimos periodos de administraciones es que la seguridad es un problema de control y contención del delito y la gestión termina reducida a capturar y judicializar, pero hablamos de que en Medellín hay 350 bandas, que multiplicadas por 5 o 10 personas que las integran, es una cifra enorme, ¿cuándo se van a capturar a todas esas personas?”, acotó.
Jaramillo dijo que la ciudad carece de políticas que integren lo social y económico para erradicar la violencia, además de persecución a delincuentes e intervención policial.
De acuerdo con Jaramillo, el actual secretario encargado “no genera la suficiente confianza, porque no es el funcio-
nario estrella que va a resolver al situación de violencia. Llegó por un tema coyuntural”.
Por su parte, Juan David García, apuntó que con un nuevo secretario de Seguridad no dejarán de suceder fleteos y homicidios, pero podrá buscar soluciones de fondo.
“Un secretario interino no tiene el mismo nivel de compromiso que alguien que esté fijo, pues un provisional no conoce con total profundidad el problema y no alcanzará a tomar decisiones de fondo al respecto”, agregó