Acuerdo nuclear iraní en riesgo tras tensión generada por Trump.
Asamblea General del máximo ente internacional se ve empañada por el retroceso impulsado por Trump.
Poco parece importarle ahora al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el estancamiento y dificultad que supone el hecho de que con un régimen blindado por sus bombas nucleares y misiles balísticos, no se pueda hacer mucho frente a las provocaciones bélicas de Corea del Norte. Al menos, eso fue lo que demostró al anunciar ante la Asamblea General de Naciones Unidas que echaría por el suelo el pacto nuclear con Irán, pensado para que dicho país no desarrolle ese tipo de armamento.
“El pacto con Irán fue uno de los peores y más unilaterales que ha firmado Estados Unidos en su historia. Francamente, ese acuerdo es una verguenza para EE. UU, y no creo que ustedes hayan escuchado la última palabra en ese tema”, afirmó el martes durante su discurso ante dignatarios de 120 países.
Un día después, la prensa estadounidense insistió cada vez que pudo a Trump para que ampliara información sobre sus duras afirmaciones y si estas significaban que tomaría una decisión. “Ya me decidí. Les dejaré saber”, respondió.
Horas después, se reunió en el marco de la máxima cumbre internacional con la primera ministra británica, Theresa May. Cuando a su secretario de Estado, Rex Tillerson, le preguntaron sobre el asunto iraní, este reveló: “May le preguntó de qué se trataba su decisión frente a Irán y él se negó a decirle”.
No obstante, en una entrevista con Fox News el martes ya había dicho que “el presidente realmente quiere renegociar ese acuerdo. Necesitamos en todo caso el apoyo de nuestros aliados europeos para convencer a Irán de eso”.
Rohani forzado a hablar alto
Ayer esas ideas de renegociación se veían más lejanas, sabiendo que el miércoles la contraparte, el presidente iraní Hasan Rohani advirtió, en la misma instancia (Asamblea General de ONU), que cualquier incumplimiento estadounidense de un acuerdo ya firmado significará el retorno a la situación previa y, por ende, la reapertura del programa iraní de armas nucleares.
“Sería una lástima que un pacto internacional fuese destruido por un recién llegado a la política. Rechazamos las armas atómicas; pero imagínense un Medio Oriente sin ese
acuerdo, imagínense una crisis nuclear artificial”, afirmó.
“Les anuncio claramente que la República Islámica de Irán no será el primero en violar el pacto; pero ante su violación responderá de forma adecuada y contundente”, dijo.
¿Qué hay detrás de la respuesta de Rohani? ¿Qué efectos empieza a dejar la retórica de EE. UU. en la política iraní? Expertos coincidieron en diálogo con EL COLOMBIANO.
Para Reza Jafarizadeh, empresario iraní radicado en Medellín, “esta situación fortalece sin duda a los sectores más conservadores y radicales de Irán, que evidentemente presionaron al mandatario para que hablara duro en la ONU”.
El imam Julián Zapata, co-
fundador del Centro Cultural Islámico, consideró que “ahora los radicales de lado y lado tienen el camino expedito para causar una guerra abierta entre Irán e Israel. Porque no hay que olvidar que fue Benjamin Netanyahu el que presionó para esto. No hay salida para los dos países. Netanyahu está llevando a una confrontación con el mundo persa, que probablemente se dé en los próximos años”.
Difícil aval europeo
Pero todavía es difícil para Trump llevar a cabo el freno a un acuerdo que no depende solo de Estados Unidos, sino que, tal como advirtió Rohani, “ha sido respaldado por la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad de las naciones Unidas, por lo que no pertenece a un solo país”.
Para Mark Weisbrot, codirector del Centro para la Investigación Económica y Política de Washington D.C, “muy a pesar del lobby israelí que llevaría a Trump a tomar esa decisión, no le sería fácil implementarla, dado que requiere el aval de los países europeos”.
De hecho, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, advirtió en Nueva York que “todas las partes que firmaron el acuerdo nuclear con Irán sabían que no se puede romper”.
Desde ya la mayoría de indicios apuntan, tal como recalcó el experto estadounidense, “a que el asunto se movería lentamente, y sabiendo que Trump no llegaría incluso al final de su mandato, le sería casi imposible. Incluso en Washington, donde la Casa Blanca no es el único actor encargado del tema iraní”