Del ánimo a la desesperanza en México
A casi una semana del terremoto de magnitud 7,1 que deja 324 muertos en México, la esperanza de encontrar vida entre los escombros se agota y el ánimo se tensa, mientras surgen acusaciones de negligencia de autoridades detrás del colapso de edificios.
El alcalde de Ciudad de México, Miguel Mancera, dijo a la televisión local que son cinco los sitios donde los equipos de rescatistas, tanto locales como extranjeros, continúan trabajando en el centro y en el sur.
El grueso de ellos se concentraba en el sector Roma, donde un edificio de siete pisos se derrumbó.
Protección Civil contabilizaba a unas 40 familias que buscan a seres queridos quienes estaban ahí al momento del sismo, poco después del mediodía del pasado martes, cuando los mexicanos recordaban otra tragedia: el terremoto de 8,1 del 19 de sep- tiembre de 1985 que dejó más de 10.000 muertos.
Un centenar de familiares sumaban seis días instalados en carpas y colchonetas alrededor del inmueble destruido.
“Solo nos dicen mentiras, que ya los van a sacar, que están trabajando, y nada”, dijo Anel Jiménez, prima de Martín Estrada, un contador atrapado en este lugar.
Las autoridades no han precisado en las últimas horas si aún esperan encontrar sobrevivientes. En tanto, medios locales denunciaron que la escuela del sur de la ciudad, donde murieron sepultados 19 niños y 7 adultos, habría utilizado documentación falsa para poder operar.
El alcalde Mancera, el Ministerio de Educación y la alcaldesa de la zona donde se ubica el colegio Enrique Rébsamen intercambiaban señalamientos en torno a qué instancia tendría responsabilidad en esta revelación. “De confirmarse sería muy grave”, dijo el ministro Aurelio Nuño