AMERICAN MADE
La semana pasada tuve la oportunidad de asistir a la premier de la película American Made, protagonizada por Tom Cruise y dirigida por Doug Ligman. Cuenta la historia de Barry Seal, niño prodigio de la aviación norteamericana, quien luego de iniciar su vida laboral como piloto comercial, trabaja para la CIA, los Contra nicaragüenses, el cartel de Medellín y la DEA, hasta desperdiciar, gracias a su desmedida avaricia, lo que pudo ser un futuro promisorio. En la película, Cruise, poco a poco, construye un personaje que, sin grandes reflexiones morales, se deja llevar por los acontecimientos, y por una vida llena de adrenalina y dinero, que al final le depara un infierno rodeado de las peores pesadillas. Ligman, muestra un Seal, casi ingenuo, que es utilizado por el Gobierno de Estados Unidos según sus necesidades.
Pero más allá del argumento, esta película tiene el interés de haber sido el primer gran proyecto que se captó en 2015, a través de la Comisión Fílmica de Medellín, para rodarse en nuestra ciudad. La idea de tener rodajes fílmicos de talla mundial estaba enmarcada dentro de una estrategia de internacionalización y desarrollo económico de la ciudad. Todo, hay que decirlo, bajo un gran paraguas que se había dado con la Ley 1556, y una política pública nacional con resultados exitosos.
No fue fácil tomar la decisión de apoyar esta película y, también hay que decirlo, no fue fácil que el equipo de producción aceptara rodar en una ciudad de la que no tenían los mejores referentes. Y fue justo eso lo que primó para, al final, tomar decisión de apoyar la película: la posibilidad de mostrar el nuevo rostro de una ciu- dad que luego de ser la más violenta del planeta se había sabido reinventar. Inclusive la película se pudo haber rodado en Panamá falseando los escenarios de Medellín. En su momento pudimos hablar con Cruise, quien se había dejado ver en varios restaurantes y centros comerciales de la ciudad, y se comprometió a ser mejor embajador de Medellín por el mundo. El día que nos reunimos con Cruise nos dijo: “la noticia no es que la película sea sobre Barry Seal, sino que yo esté aquí, con el mejor equipo de Los Ángeles trabajando y con gente de Medellín. Hace diez años yo ni siquiera hubiera considerado venir”. Después de ver la película, creo que acertamos. 7.000 millones de pesos invertidos en un poco más de una semana en la ciudad que fueron a logística, restaurantes, hoteles, transporte, etc. y a más de 80 personas que trabajaron directamente en la producción, y Tom Cruise hablando en medios mundiales de su grato paso por el país y por la ciudad, son cifras y hechos contundentes.
Lo mejor de todo es que luego de este rodaje la confianza de otros productores creció para venir a la ciudad. En los próximos meses debería estrenarse en el país –ya lo hizo en España- Orbita 9, una distopía con Claro Lago como protagonista, que dejó en la ciudad 3.000 millones de pesos y 200 paisas trabajando en el rodaje. La noticia es que otra película, en sus créditos, tendrá el logo de la Comisión Fílmica viajando por el mundo y dirá: rodada en Medellín