Liberia votó luego de 70 años de turbulencia política
Los liberianos sufragaron el martes para escoger al sucesor de Ellen Johnson Sirleaf, primera mujer elegida jefa de Estado en África, en comicios muy abiertos con el objetivo de asentar la democracia en un país aún atormentado por su guerra civil.
Además del nuevo presidente -el primero en 70 años que sucederá pacíficamente a otro elegido-, los liberianos votaron también para renovar los 73 escaños de la Cámara de Representantes.
El recuento de los resulta- dos comenzó tras el cierre de los colegios electorales, después un día tranquilo en el que se formaron largas colas ante las oficinas de voto.
Las elecciones presidenciales se efectúan en dos vueltas, salvo si un candidato obtiene la mayoría absoluta en la primera vuelta. Las legislativas se celebran a una vuelta.
El senador George Weah, leyenda del fútbol africano y candidato perdedor contra Sirleaf en 2005, y el vicepresidente Joseph Boakai, el abogado y veterano político liberiano Charles Brumskine y los poderosos empresarios Benoni Urey y Alexander Cummings se perfilan como favoritos para aspirar a llegar a la segunda vuelta, según los analistas.
Una herencia democrática
Tras dos mandatos consecutivos, Sirleaf, de 78 años y laureada con el premio Nobel de la Paz en 2011, no puede volver a presentarse.
En un discurso, la mujer saludó “un día histórico” para su país “y la consolidación de la joven democracia liberiana”. Llamó a sus conciudadanos a “medir el camino recorrido”, lo que permitió pasar de una “sociedad destruida por la guerra a una de las democracias más vivas de África occidental”, en alusión a las atroces guerras civiles que padeció el país entre 1989 y 2003, dejando 250.000 muertos.
Por eso, sea cual sea el ganador, las elecciones constituirán “un test crucial para el proceso democrático en Liberia”, según Maria Arena, jefa de la misión de observadores de la Unión Europea.
“Una transición pacífica de un presidente electo a otro no solo es importante para Liberia, sino también un ejemplo para la región”, consideró.
Además, los comicios supondrán también una prueba para el ejército y la policía del país, que tendrán que garantizar la seguridad por primera vez ante la retirada progresiva de los cascos azules de la ONU, que les devolvieron esta responsabilidad en 2016.
Para encauzar económicamente al país, arrasado entre 2014 y 2016 por la epidemia de Ébola, los candidatos insisten en un plan simple: el desarrollo de las carreteras en el caso de Boakai; de la agricultura, en el de Urey; mientras que Weah y Cummings defienden el impulso de la educación