HABÍA RIESGO DE QUE SE FUGARAN
Paul Manafort y Rick Gates se entregaron a primera hora del lunes al Buró Federal de Investigación (FBI) y comparecieron después ante la jueza Deborah A. Robinson de la Corte del Distrito de Columbia, donde sus abogados indicaron que ambos se declaran no culpables de todos los 12 cargos. Por su parte, el Departamento de Justicia argumentó que Manafort y Gates pueden fugarse ante la gravedad de los cargos y pidió a la magistrada que los pusiera bajo régimen de arresto domiciliario, además del depósito de fianzas de 10 millones de dólares y cinco millones, respectivamente. En horas de la tarde, Robinson aceptó dicha solicitud y falló en contra de ambos.