El Colombiano

VIVIR, AMAR Y MORIR EN LA IGLESIA

- Por STEPHEN A. CURRY redaccion@elcolombia­no.com.co

Es importante saber que en el condado de Wilson en Texas, el lugar del horroroso tiroteo en el que murieron 26 personas en la Iglesia First Baptist, la vida se centra alrededor de los colegios y las iglesias. Es un condado rural de cinco pueblos pequeños, y la indus- tria más grande es la ganadería de res. También es un lugar donde los colegios no planean nada los miércoles en la noche porque esa es noche de iglesia.

Soy el pastor de la Iglesia La Vernia United Methodist, siete millas al oeste de Sutherland Springs, donde ocurrió el tiroteo. Todos aquí conocían a alguien asociado con la First Baptist Church. Uno de los muertos era un padre de familia cuyo hijo estaba en el club de 4-H con un niño en nuestro programa. Otra víctima era un amigo de toda la vida de uno de mis feligreses; se graduaron de La Vernia High hace 38 años. Las personas de mi congregaci­ón habían asistido a estudios bíblicos en First Baptist o trabajado con sus miembros en un proyecto de misión.

La idea de que algo así sucedería en un espacio sagrado, un lugar donde las familias se supone estén a salvo, ha enfurecido a muchas personas. Las iglesias son lugares donde el espíritu de Dios se siente, donde la presencia de Dios es muy real, donde se esperan los bue- nos modales y se rechaza la vulgaridad. La iglesia es donde nosotros, con todos nuestros defectos y fracasos, entramos en presencia de lo divino para encontrar gracia, para encontrar paz, para descansar en los brazos de El Señor. La iglesia es un santuario en el sentido literal de la palabra, hecho aparte, seguro, protector. Todo esto fue destrozado.

Nuestra iglesia tiene una clínica mientras que otro tiene una guardería y otra más tiene un almuerzo semanal para ancianos. Las iglesias trabajan juntas para manejar un comedor comunitari­o, patrocinar centros de donación de sangre, y desarrolla­r servicios de alabanza comunitari­os en el Día de Acción de Gracias y Viernes Santo.

En nuestra comunidad, hay una profunda, sólida y subyacente fe en Dios, aunque no se manifieste en la asistencia a la iglesia cada semana. Inmediatam­ente después del tiroteo, las iglesias empezaron a recibir y hacer ofertas de ayuda. Llevaron comidas a aquellos de luto y trabajador­es de emergencia. Las llamaron para ayudar a financiar funerales y tener campaña de donación de sangre. Luterana, Católica, Metodista, Bautista, sin denominaci­ón -no importó. Cristo nos manda a amar a nuestro vecino como a nosotros mismos, y las iglesias son donde las personas se reúnen para servir en formas más grandes de lo que podemos hacer individual­mente.

El domingo en la noche, un estudiante de teología en la Universida­d Luterana de Texas en Seguin, unas 20 millas al norte, publicó un post en Facebook sobre una vigilia de ora- ción que iba a sostener. Yo quise participar y me pidió que la ayudara a guiarla. Ví personas de mi iglesia. Vi personas de las iglesias sin denominaci­ón, una iglesia católica y una iglesia metodista en Floresvill­e. Juntos cantamos canciones de alabanza y veneración. Juntos rezamos por las víctimas y sus familias. Las personas de muchas iglesias se convirtier­on en La Iglesia, el Cuerpo de Cristo - santo, universal y apostólico - en amor y compasión.

Una iglesia en el condado de Wilson es un centro comunitari­o donde las personas buenas se esfuerzan por hacer el bien a otros seres humanos. Una iglesia en el condado de Wilson es un hogar para que la familia comparta sus vidas. Una iglesia en el condado de Wilson es un lugar en el que llegamos a llorar pérdidas, llorar la muerte de un amigo o pariente, celebrar las alegrías de la vida y el amor. Una iglesia en el condado de Wilson es un lugar donde nos conectamos con el Dios que nos ama, nos cuida y, al final, nos da la bienvenida a casa

La iglesia es un santuario en el sentido literal de la palabra, hecho aparte, seguro, protector. Todo esto fue destrozado.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia