CON-CIENCIA COLECTIVA
Hablando y escribiendo deliciosamente sobre la conciencia colectiva con Yolanda González, en estas noches interminables de espera en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro, me topé con este maravilloso texto, escrito por Bernardo Herradón el 30 abril de 2012 y extraído por partes del blog madrimasd.org:
“Hay una actividad humana que causa todo esto: nos proporciona una vida más larga. Hace que la vida sea más saludable. Proporciona las medicinas que curan nuestras enfermedades, palia dolores y achaques. Nos suministra el agua que podemos beber o regar. Nos proporciona más y mejores alimentos. Nos proporciona la energía. Lo que implica que no pasemos frío ni calor. Crea las obras de arte. Nos proporciona todos los artículos que usamos a diario. Facilita nuestro ocio. Nos permite leer y ver obras literarias, mensajes y cartas de amor; gracias a ella escuchamos la música. Además, ahorra energía, reduce la contaminación y residuos, ejecuta procesos con alta eficacia y eficiencia”.
Pero además complementa- ría dicho escrito diciendo que esta actividad hace que los colombianos volemos y nos salgamos del planeta, que vayamos a lo más profundo del mar y naveguemos felizmente durante meses sobre las olas más grandes del universo, que corramos más rápido que cualquier ser vivo de la Tierra. Nos explica e ilumina la vida en los momentos de penumbra. Cuida a los niños y acompaña al que está solo. Hace caminar al que no tiene piernas, hace ver, escuchar y hablar al que no puede, y hace vivir al que no tiene esperanza, inclusive al que no quiere. Todo ello es la ciencia. Según
Pedro Etxenique, en A Hombros de Gigantes, RNE-5, la ciencia es la mayor obra colectiva de la historia de la humanidad. Es decir, la ciencia es lo que nos distingue de otras especies en el planeta y fuera de este. Por lo tanto en Colombia ¿qué tan conscientes somos de ella? Yo diría que muy poco o casi nada.
Si la ciencia de verdad en Colombia sirviera a su gente como debe ser, en lugar de que repitiéramos textos e imágenes sesgadas en Twitter, Facebook o Instagram, el futuro del país sería muy diferente, pues hasta ahora no he escuchado a ningún candidato que tenga como base para el futuro de los jóvenes al conocimiento, es decir, como meta incrementarles su capacidad de reconocer la realidad circundante y de relacionarse con ella de manera racional.
Gracias a la ciencia sabemos las conexiones que tienen la temperatura del océano con la lluvia y esta con los ríos. Gracias a ella sabemos que existe un calentamiento en Colombia por fuera de los rangos normales y que su manifestación de lluvias o sequías extremas son cada vez más intensas y peligrosas para la vida. Gracias a ella sabemos que los ríos se siguen secando y que para aproximadamente el año 2035 no tendremos nevados y que para el 2080 aprox el 18 % de la isla de San Andrés estará por debajo del mar.
Y la reducción del presupuesto para la investigación científica pone en peligro a la supervivencia de la sociedad colombiana, donde se soporta el crecimiento de actividades económicas como la generación energética, agua potable y servicios públicos, infraestructura, agricultura o salud, inclusive a la educación. La falta de programas universitarios científicos como hidrología, meteorología o climatología seguirán causado un mal irreparable.
Si no cambiamos, otros seguirán tomando el destino del país. Perderemos la oportunidad de ser un país diferente, donde no solamente tiene ciclistas, jugadores de fútbol, reinas de belleza, cantantes, esmeraldas y café, sino personas del siglo XXI, capaces de distinguir lo que es verdadero o falso, que identifican sus problemas y se enfocan en su solución, en su territorio, y especialmente, en esta nueva sociedad.
Ya sabemos que el universo funciona de manera caotica y de manera ordenada, y que desde ese mismo ciclo Colombia puede alcanzar una gran estructura estable, pero ¿Qué tanto estamos haciendo para que esto sucede? ¿Lo estamos haciendo con-ciencia colectiva?
Hasta ahora no he escuchado a algún candidato presidencial que tenga como base para el futuro de los jóvenes al conocimiento.