Sin 44 servicios, ¿usuarios quedarán expuestos?
Por determinación del Ministerio de Salud, desde el próximo 1 de enero, pacientes asumirían sus costos. Le contamos por qué se toma la decisión.
Tratamientos con perros o delfines para pacientes con autismo, cirugías plásticas como rinoplastia, aumento de bustos y medicamentos para la artritis o la eclampsia (convulsiones) en el embarazo; hacen parte de los 44 servicios o tratamientos médicos que dejarían de recibir los usuarios de salud en Colombia desde el 1 de enero de 2018.
Esto hace parte de un borrador de resolución del Ministerio de Salud, en la que se excluirían esta cantidad de ítems, teniendo en cuenta que no hay pruebas científicas que arrojen que los resultados sean los esperados en los pacientes (ver recuadro).
Olinda Gutiérrez Álvarez, de la Subdirección de Aseguramiento del Ministerio de Salud, explicó que esto se dio luego de un análisis en el que participaron sociedades científicas, pacientes y entidades defensoras de los derechos de los usuarios, a través de reuniones realizadas en Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Medellín, Mitú, Pasto, Cali, Valledupar y Pereira.
“En el proceso hubo dos fases, una integrada por un grupo de análisis técnico y científico, y otra, que contó con ciudadanía general y pacientes interesados, a través de nueve encuentros regionales”, expresó Gutiérrez.
La funcionaria también destacó que esto se hace porque no hay evidencia científica de que los elementos que serán excluidos cumplen con una función médica. Aquí se destacan procedimientos quirúrgicos y estéticos, tratamientos con animales, financiación de hogares geriátricos, medicamentos como, diazepam (convulsiones), o anakinra (artritis reumatoide), entre otros.
¿Qué implica esto?
La situación es así: si los usuarios o sus familias deciden continuar con tratamientos como los empleados con animales para tratar pacientes con autismo, deberán asumir los costos. Sin embargo, hay que hacer claridad que la medida no será retroactiva, lo que quiere decir que quienes gozan de estos servicios actualmente, a través de acciones de tutela, seguirán con el tratamiento.
Aunque pareciera que esta decisión generaría descontento en la sociedad y en las entidades que representan y velan por los intereses de los pacientes, el panorama es otro, pues argumentan que se buscará hacer un uso efectivo de los recursos públicos que se invierten en tratamientos que científicamente no están comprobados como eficientes.
Por ejemplo, Francisco Castellanos, de la Organización Defensa del Paciente, aseguró que la decisión será positiva, pues representará una reducción de gastos. “Estamos de acuerdo con que los recursos del sistema se optimicen”.
Inicialmente, el Ministerio de Salud recibió 75 nominaciones de servicios y tecnologías para que se estudiara su posible exclusión, las cuales se constituyeron en insumo para el desarrollo de las fases anteriormente mencionadas, que concluyeron en la posible exclusión de los 44 elementos.
Otra razón que se debe tener en cuenta, a juicio de Castellanos, es que tras la firma y entrada en vigencia de la resolución, el Ministerio debería revisar caso por caso a quiénes no se les continuará entregando este tipo de insumos, como el suministro de toallas higiénicas, paños húmedos, papel hi- giénico y, en general, productos de aseo, pues no todos los pacientes están en capacidad de asumir estos gastos, por baratos que sean percibidos.
“Ese punto lo vemos con alta preocupación, porque el sistema no solo debe enfocarse en cuidar los recursos, sino que debe ser solidario. En esos casos, quienes están en capacidad de pago, deben asumirlos, pero quienes no, pues tienen derecho a que les sean suministrados”, agregó.
Mirada al autismo
Cristina Cataño, de la Red Caldense TEA (Trastornos del Espectro Autista), sostuvo que el anuncio no los tomó por sorpresa, pues incluso hicieron parte de la discusión con la cual se llegó a esta conclusión, por lo que destacó que era una necesidad para aliviar las cargas del sistema.
Sin embargo, Cataño cuestionó que más allá de definir lo que no se entregará, el Gobierno debe velar porque se cumpla con los servicios, me- dicamentos y tratamientos que sí están aprobados.
“Lo que sí está avalado por evidencia científica tampoco se está cumpliendo, no nos están quitando nada con lo que se excluye en la resolución, porque aquí en Colombia no se ofrecían, pero desafortunadamente tampoco nos están dando garantías de lo que sí está habilitado para nosotros y nuestros pacientes”, cuestionó Cataño.
Aunque los consultados aseguran que esta medida busca proteger los recursos del sistema, la funcionaria del Ministerio de Salud expresó que “no se hizo con fines económicos” y citó, como ejemplo, el caso de las terapias Aba, para pacientes con autismo, en las que se emplean animales. “Se retiraron los tratamientos con animales, como perros y delfines, pero los caballos continúan, porque hay una evidencia científica que funcionan”, agregó la funcionaria.
Cabe recordar que la Corte Constitucional ha dejado claro que algunos elementos o insumos no incluidos, deben ser suministrados por las EPS, luego de estudiar una tutela en la que analizó los casos de menores de edad con parálisis cerebral, retraso mental e incontinencia urinaria, quienes tienen un tratamiento médico complejo y quienes requieren, entre otros, de pañales para mantener una vida en condiciones dignas.
Aunque la resolución está prácticamente lista, hasta mañana 7 de diciembre continuarán recibiendo recomendaciones u observaciones para terminar de pulirla. Si usted desea enviarlas al Ministerio de Salud, puede hacerlo escribiendo al correo electrónico ogutierrez@minsalud.gov.co
“Lo que está avalado por evidencia científica tampoco se está cumpliendo, no nos están quitando nada con lo que se excluye en la resolución”. CRISTINA CATAÑO Red de Autismo de Caldas