HISTORIAS DE LOCOS BAJITOS (28)

Démosles la voz a los bajitos para despedir este 2017:

Una niña de ocho años que padecía una enfermedad crónica se ganó un viaje en avión a Bogotá, donde debía hablar sobre su condición. De regreso a casa, le comentó a su mamá que estaba feliz. Y le explicó: “Es que ya vi la nube donde voy a vivir”. A los pocos meses la niña falleció. ( Olga Lucía Morales en el libro “Cien anécdotas de los pediatras colombianos”).

Disfruto de la vida sin que me importen tres horas menos de sueño. ( Tomás Gaviria, hijo del ministro de Salud, a la revista Jet Set que se queda despierto hasta tarde para hablar con su taita).

Cuando mi hijo Ricardo, hoy biólogo evolutivo, tenía 7 años, quería ir por todos los corrales a disfrazar a los toritos, con el fin de que los matarifes no los pu- dieran encontrar. El fallecido poeta Rogelio

Echavarría contaba que a su nieta le pidieron que se aprendiera de memoria un poema del abuelo. Le sugirió “Fabulilla de la oveja negra” que la niña rechazó por extensa. Entonces le sugirió “Errabundo”. Su nieta le preguntó: “¿Abuelito, no tienes otro poema que este es muy triste?”. Le di la primera lección de poesía que siempre doy. Le dije: No, es que la poesía es así; y sigo pensando que al final, la vida es triste”.

Quiero un retiro apacible. Quiero hacer, de nuevo, algo con mis propias manos, como si otra vez fuera niño. Con una libra de plastilina, no de carne. ( Andrés Jaramillo, restaurantero). De pequeña, cuando el almuerzo era mondongo, Mercedes, 5 años, gritaba: ¡No quiero sopa de toalla!

Uno de mis nietos le dejó una carta a Santa Clauss con su foto para que no lo fuera a confundir con otro niño y le dejó un cartón con leche y unas galletas oreo por si se sentía cansado o tenía hambre de tanto correr.

Luisa, 6 años: Abuelita, si el Niño Jesús es tan pobrecito, ¿de dónde saca plata para comprar taaaantooos regalos?

La madre tenía siete meses de embarazo y por alguna razón tenía que ausentarse de casa siete días. Su hija le pregunta: “Mami, si viene la cigüeña y no estás, ¿qué voy a hacer?”. (Revista Selecciones).

Mi primer recuerdo de paz fue cuando dijeron que iban a hacer la paz con el Asfar porque ya no iba a ver violencia. (Diana, 10 años, Quibdó, en el libro Los niños piensan en la paz).

La mamá le pregunta a Isabel, 5 años, qué es lo más importante en un hombre. Respuesta: Lo más importante es la plata para que te regale flores, te lleve a comer. Y que sea musculoso. Y también que sea un buen hombre. Pero si no tiene plata te va a regalar un cono Mc Donalds y ya…

Una niña de ocho años que padecía una enfermedad crónica le comentó a su mamá que estaba feliz. “Es que ya vi la nube donde voy a vivir”, le explicó. A los pocos meses falleció.