El Colombiano

El reto: lea un libro por mes y no muera en el intento

Si entre sus deseos para este año está ser mejor lector, vuélvalo su desafío. Le proponemos algunas obras e ideas para que lo logre.

- Por MÓNICA QUINTERO RESTREPO

El libro está en la mesa de noche, esperando desde el año pasado que lo abran, pero todavía permanece cerrado. A veces le ponen un vaso encima, pero no más. A veces le ponen otro libro de compañía, al que también olvidan.

No siempre empezar a leer cuando inicia el año, sobre todo para alguien no tan aficionado, es fácil.

Según El libro y la lectura en Colombia, trabajo de la Cámara Colombiana del Libro, la población en general de Colombia, según datos del Cerlalc 2016, es de 2 libros leídos al año. Aunque eso sube a 4.3 si se mira entre quienes se definen como lectores de libros. Todavía muy por debajo de países como México, quien en la medición de 2015 reportó una cifra de 5.3 textos leídos por habitantes en general. Los resultados de los dos países parten de encuestas a mayores de 12 años.

Muchos, seguro, lo pusieron en uno de sus deseos del 31 de diciembre: leer más en este 2018. De ahí que por estos días en redes sociales propongan muchos retos de lectura, que un libro para enero y otro para septiembre, que 30 páginas diarias o que por lo menos un párrafo mínimo antes de dormir.

Retarse es un primer paso. Para Patricia Ospina, jefe del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas de la Universida­d Eafit, funciona como motivación y, para que dure, su consejo es leer algo que le guste, sin ponerse límites. No se imponga temas que para nada le interesan, porque se va a aburrir pronto. El placer, añade, es fundamenta­l. No es leer por leer.

Tampoco tiene que limitarlo a la literatura. Si su gusto es la economía, por ahí está la temática que debe explorar. Porque hay muchas formas de leer que valen la pena, explica Andrés Delgado, gestor de lectura y escritor.

Por eso no todos los retos funcionan en general. Si le encantan los espías, busque por ese lado. Si le gustan más las noticias, inicie con una suscripció­n a un periódico o a una revista.

Yamily Ocampo, directora de proyectos de la Fundación Ratón de Biblioteca, está convencida de que ahora hay más lectores que en cualquier otro tiempo: en internet sí que pasa, añade. Son otras formas.

¿Y cómo empezar?

Los retos son según la edad. A los niños, precisa Yamily, póngalos a descubrir cosas dentro de los textos: avanza hasta cuando se encuentre con el personaje malvado.

Para los adultos, funcionan los desafíos que implican autores o géneros: en tres meses conocer las conexiones entre los cuentos de Cortázar o dedicarse solo a la ciencia ficción.

El número de páginas puede ser otra idea, pero no de cualquier manera. Patricia señala que debe ser según la capacidad individual. Si nunca ha leído una obra de 1.000 páginas, empiece con pocas por día, treinta pueden ser mucho, y se va a cansar.

Vaya a internet a revisar qué han hecho otros, eso sí, tome esas opciones y adáptelas a sus necesidade­s. También busque el formato para usted: no tiene que ser el objeto, puedo leer en digital. ¿Qué tal ensayar con un e-reader? Le sirve hasta para practicar inglés, porque si tiene dudas con una palabra, usa el diccionari­o que trae el dispositiv­o sin interrumpi­r.

Los libros, cuál escoger

Hacer listas de lectura lo ayuda a organizars­e. Es trazarse un mapa. Andrés cree que cuando se termina un libro muy bueno, es casi como una tusa literaria, y querer seguir con otro no es fácil. Saber que hay otro título esperando ayuda.

Además, sigue él, el desorden hace que se tome cualquier texto, no le llame la atención, se aburra y quede pensando que no le gusta leer.

Para elegir, piense en sus gustos. Si prefiere la literatura juvenil, porque se leyó hace días Bajo la misma estrella, de John Green, siga descubrien­do otros títulos del autor, o explore similares como Las ventajas de ser invisible de Stephen Chbosky o Siempre el mismo día de David Nicholls.

Ensaye las recomendac­iones en los suplemento­s literarios o, si es más tecnológic­o, encuentre blogs o youtubers que trabajen sus intereses y pueda confiar en ellos, recomienda el escritor. Un amigo está perfecto.

Por supuesto, irse a la biblioteca a conversar con el gestor de lectura le va a ayudar mucho, porque le hará un diagnóstic­o para que se encuentre en las letras.

Haga que los retos sean de verdad, valga la palabra, retadores, que lo motiven a seguir, y que a su vez sean alcanzable­s. Si no es un lector de muchas páginas, ¿qué tal varios libros cortos? Sugerencia­s: El llano en Llamas de Juan Rulfo, El teniente Gustl de Arthur Schnitzler, o La corriente, el primer libro de Juliana Restrepo.

Si apenas empieza con eso de leer, no se vaya de una a Madame Bovary de Gustave Flaubert o El lobo estepario de Hermann Hesse. Ni siquiera El Túnel de Ernesto Sábato. Tómese su ritmo.

Otra buena idea es que el reto no sea en solitario. Busque un grupo o otros amigos para que compartan lecturas, sin competir, solo por placer.

Por supuesto, recuerde que hay un derecho: si no le gustó, abandone eso que anda leyendo y consiga algo más. No es pecado. No importa, señala Andrés, si apenas lleva 20 páginas. Si lo martiriza, ya le dio la oportunida­d. Déjelo ir para que llegue más rápido a otro.

Elsa Vásquez, coordinado­ra del grupo literario Letras, recuerda los Derechos del lector del escritor francés Daniel Penac: a no leer, saltarse páginas, no terminar un libro, releer, leer cualquier cosa, leer lo que me gusta, leer en cualquier parte, picotear, leer el voz alta, guardar silencio.

“Yo añadiría el de leer cuando quiera, porque no siempre se está de humor para enfrentars­e a un libro, y el texto, como nos enseñó el filósofo Roland Barthes, va más allá del mero escrito, así que puedo estar de humor para leer una película o un disco o una serie en Netflix o simplement­e sentarme a ver la vida pasar, que también es leer los gestos, los rumores, los colores”.

Si quiere leer, lea. Déjese llevar por esas letras, disfrutánd­olas. Porque si eso pasa, va a descubrir que ha dejado de estar en su sofá y anda habitando otras vidas y otros mundos.

Este es el reto que le proponemos nosotros, por si quiere un empujón para iniciar. Solo eso, porque las listas siempre son injustas. Un libro para cada mes, según lo que pase en sus días

“Para cualquier reto se necesitan dos ingredient­es, voluntad y constancia. Para que uno en lectura dure y funcione hay que leer lo que nos gusta, dedicarse a distintos géneros, buscar diversidad. El placer es fundamenta­l” PATRICIA OSPINA jefe del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas de la Universida­d Eafit.

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