La “tierra prometida” en el norte del Valle de Aburrá
La FLA, autódromo y “Central Park”, se han pensado en el terreno del Tulio Ospina.
Tan escasa como apetecida es la tierra en Medellín y su área metropolitana. Mientras tanto, el crecimiento urbanístico no se detiene y los proyectos, ambiciosos y necesarios, afloran con los gobiernos de turno.
En el norte del Valle de Aburrá, 97,3 hectáreas en la unidad Tulio Ospina y sus alrededores brillan y se muestran como la tierra prometida para plasmar obras transformadoras y emblemáticas.
La historia del lote, en límites entre Medellín y Bello, es larga, pero la más reciente lo pone como receptor de una nueva sede para la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), propuesta del gobierno seccional que a finales del año pasado descartó al ratificar que esta permanecería en Itagüí.
Ahora, según el gobernador Luis Pérez Gutiérrez, el predio sería para el primer gran autódromo del departamento y un “central park’” como el de Nueva York, Estados Unidos, pero al estilo paisa.
La historia del terreno
Hasta hace seis décadas, comenta Hernán Cuartas, habitante de Bello y director de la Corporación Deportes a Motor, la tierra del Tulio Ospina era una hacienda en la que el municipio de Bello desarrollaba proyectos productivos.
“Luego, tras ser adquirida por el Estado, se destinó para la construcción de escenarios deportivos con motivo de la celebración de los Juegos Centroamericanos en 1978. No se hicieron todas las obras, solo quedaron el estadio y el coliseo”, apunta.
Cuartas, quien desde 1997 ha presentado a administraciones departamentales y municipales un proyecto para la construcción del autódromo en el Tulio Ospina, explica que, luego de las justas deportivas, Medellín se hizo cargo, junto con la Gobernación de Antioquia, del terreno.
Según el gobernador Pérez, hoy el lote pertenece, en un 50% al departamento de Antioquia y en un 50% al Área Metropolitana, “luego de que la Alcaldía le hiciera entrega de los mismos”.
Agrega que “próximamente se estará firmando un documento en el que se define la legalización de unos predios que actualmente son de uso por parte del Metro de Mede- llín (40.000 metros) y el municipio de Bello (más de 100.000 metros)”, para sacar el proyecto adelante.
Una apuesta ambiciosa
La propuesta, planteada por el mandatario departamental entusiasma a unos y preocupa a otros. Además del escenario deportivo que, dijo, sería de 200.000 metros cuadrados, habría 130.000 m2 que el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ( Amva) intervendría para la adecuación de espacio público, 10.000 para una estación de Policía y otros 10.000 más en una estación de bomberos.
A Hugo Alejandro Echeverri, del colectivo Defensores de Parques Urbanos, le preocupa que lo que se gane en espacio público con el parque, se perdería con el impacto ambiental del autódromo.
“Desde el punto de vista ambiental, podría ser importante si se conservan los árboles, la fauna y la flora. Pero para la construcción del autódromo podría perderse mucha parte de esos recursos naturales”, apunta.
Para el exdirector de Planeación de Medellín, Carlos H. Jaramillo, el proyecto del gobernador es interesante, aunque, acota, hay que estructurarlo financieramente, pues en el pasado se descartó la intervención en esa zona.
“El Amva había planteado, entre 2004 y 2007, dos pro- yectos de centralidades norte y sur. Ninguno tenía estudios económicos que demostraran su viabilidad. Bello dijo que no le interesaba, porque tenía otras necesidades y necesitaba poner a producir ese lote con la renta del desarrollo inmobiliario”, señala.
Jaramillo, que advierte la dificultad para realizar a mediano los proyectos actuales, confía en la alianza que logre el gobernador para sacar adelante la propuesta.
“Bello requiere del impulso de la Gobernación, pues tiene pocas capacidades financieras para un proyecto de estos, que necesita el Valle de Aburrá”, destaca, en tanto agrega que se hace necesario, cuanto antes, revisar aspectos ambientales. “Hay que evaluar los impactos, y si se van a generar, mitigarlos. No se puede perder la relación con el río Medellín”, asevera.
El lote es tan generoso, que caben más de 24 disciplinas deportivas, que se complementan con el parque, enfatiza, entusiasmado, Cuartas. “Será un parque temático, uno de los más completos de Latinoamérica, con coliseo, estadio de fútbol, piscina, pista de bicicrós”, insiste.
Falta camino por recorrer para la materialización del proyecto que, mientras no sea construcción de viviendas o más centros comerciales, entusiasma al ambientalista Echeverri: “Que este parque en el Tulio Ospina no se quede como otra de las propuestas buenas que no se llevan a cabo”
“Siempre tuvo conceptos favorables: 5 comisiones accidentales del Concejo de Medellín y dos en Bello”.