DON JOSÉ, FORMADOR DE PERIODISTAS
En la historia del periodismo antioqueño habrá un capítulo sobre los formadores universitarios de periodistas, en el que sobresale José Jaramillo Alzate. Durante varios lustros formó parte del equipo docente de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Antioquia, la Escuela de Periodismo en la cual comenzó a proyectarse a fines de los sesenta del siglo pasado la renovación conceptual y práctica de periódicos y noticieros de nuestra región.
Don José, con sus compañeros de magisterio profesional nos orientó y acompañó a los jóvenes que empezábamos entonces a bosquejar una idea y un estilo innovadores que asegurarían la trascendencia y la perdurabilidad de los medios informativos locales. Tradición y cambio, nueva generación y vieja guardia conjugaron talento y vocación de servicio para construir un mode- lo de cultura periodística singular en el país. Pienso demostrarlo en un ensayo sobre medio siglo de cuyo discurrir he sido testigo y partícipe.
De Don José como político, académico de la historia, dirigente gremial en el Suroeste y en Jardín y Abejorral, pueden hablar con solvencia no pocos amigos y colaboradores. Quiero relievar otras dos expresiones de su personalidad, la del profesor que nos trató a sus alumnos y discípulos como colegas, pese al notorio conflicto de generaciones y las diferencias que nos separaban en edad, prestigio y gobierno. Y la del pionero del periodismo científico en el propio entorno universitario y mediático.
Tal vez no habría alcanzado a hacer de la Emisora Cultural del Alma Mater mi primer laboratorio radioperiodístico en mi condición de estudiante indisciplinado pero entusiasta y pertinaz, si no hubiera sido por la ayuda generosa, la tolerancia casi alcahueta y el interés en conectarme con el mundo apasionante de la radiodifiusión, con que me trató Don José. En la Universidad del Aire de la Emisora fui locutor, control de sonido, programador de música selecta, director del noticiero y coordinador general, mientras estudiaba y era su auxiliar en las cátedras de Periodismo de Opinión e Introducción a la Comunicación. La buena radio, la radio cultural, no sería lo que ha seguido siendo para mí, una dedicación vital, si Don José no hubiera sido el director indulgente con los disparates del alumno. Tenía una paciencia y una ecuanimidad admirables, unidas a su agudeza intelectual y su erudición.
Y en el campo entonces exótico del periodismo científico, Don José asumió la misión casi apostólica de ser propagador, con el periodista español Manuel Calvo Hernan
do, autor de los primeros libros de esa materia. Redactó por varios años la página científica de EL COLOMBIANO, donde fue comentarista mucho tiempo. Hace algunos días me enalteció con la asignación del prólogo para una compilación en libro de columnas suyas. Cumpliré ese compromiso, con la gratitud del discípulo y colega
José Jaramillo tenía una paciencia y una ecuanimidad admirables, unidas a su agudeza intelectual y su erudición.