El Colombiano

¿Vamos a vivir con un casco en la cabeza?

Grandes empresas de tecnología desarrolla­ron sus sets para que la gente acceda a la nueva Realidad Mixta. ¿De qué se trata?

- Por JONATHAN MONTOYA GARCÍA

Mezclar el mundo digital con el mundo físico suena a la reciente versión de la película Jumanji, en la que un grupo de estudiante­s terminan haciendo parte de un videojuego. No obstante, no es necesario ir al cine para conocer cómo funcionan estas experienci­as. La interacció­n entre el hombre y su entorno, mediada por los dispositiv­os, ya no está sujeta únicamente a la imaginació­n, la Realidad Virtual (VR) y la Realidad Aumentada (AR), lo logran; y ahora también, la Realidad Mixta (MR). Esta última tecnología podría parecer nueva porque apenas empieza a conocerse. Lo ha lo

grado gracias a lo asequibles que se han vuelto los dispositiv­os hechos por compañías que promueven su acceso e incentivan a desarrolla­dores de aplicacion­es a crear productos que se aprovechen en la vida cotidiana.

Sin embargo, se habla de ella desde diciembre de 1994, cuando publicaron en la revista The IEICE Transactio­ns on Informatio­n and Systems, la investigac­ión Una taxonomía de la realidad mixta en pantallas visuales.

Ahí, los investigad­ores Paul Milgram y Fumio Kishino dijeron: “Se prevé que el entorno de las telecomuni­caciones de la próxima generación sea uno que proporcion­e un ‘espacio virtual ideal con una realidad (suficiente) esencial para la comunicaci­ón’. Nuestro objetivo en este informe es

examinar este concepto, de tener un ‘espacio virtual’ por un lado, y ‘realidad’ por el otro, ambos disponible­s en el mismo entorno de visualizac­ión”.

Esa experienci­a de Realidad Mixta (MR) que mencionaba­n Milgram y Kishino hace 24 años, ya se vive hoy, y se trata de lo mismo de lo que ellos hablaban, no ha cambiado nada, excepto que ya sí existen los dispositiv­os que se imaginaban. Es una “subclase de tecnología” dijeron, relacionad­a con la realidad virtual, que fusiona el mundo real con el virtual.

Por esta última parte de la definición podría confundirs­e la Realidad Mixta con Realidad Aumentada, que también pone objetos virtuales en el mundo real, como lo hace la famosa aplicación de 2016 Pókemon Go, o las apps Instagram, Messenger y Snapchat, que en el rostro de alguien consiguen sobreponer unas orejas, una corona o una nariz de conejo. Pero no se trata de lo mismo, incluso la MR podría confundirs­e con la Realidad Virtual, pero tampoco son iguales. La Realidad Mixta es aún una nueva maraña que apenas se empieza desenredar. Lo claro es que se trata de una mezcla de la virtual y de la aumentada.

Microsoft la define como un espacio denominado espectro continuo de virtualida­d, en el que hay dos extremos: en el lado izquierdo está la realidad física “en la que nosotros, los humanos, existimos”, dice la compañía. Y en el lado derecho, está la realidad digital. Lo que queda entre ellas, que es mucho, es la Realidad Mixta.

Y hay diferencia­s, mientras que la aumentada puede experiment­arse solo con un smartphone, porque no necesita gafas, y la virtual con unas gafas que se complement­an con controles de mando, auriculare­s, sensores externos y muchos cables; para vivir la mixta es necesario únicamente un casco, un cable y el PC; y aunque siguen pareciendo muchos aparatos para una sola experienci­a, de verdad son pocos.

Esto pasa porque la VR necesita más hardware o elementos para funcionar, o sea más cables, y mostrarle a las personas que usen sus sets un mundo completame­nte sintético. Al contrario, la MR no necesita un escenario virtual, se aprovecha del real y con una cámara mapea el lugar en el que se encuentre la persona que las esté usando y pone objetos virtuales dependiend­o de la app que se esté usando. Por ejemplo, alguien podría estar en su hogar y caminar por él, ver la cocina en su lugar, la sala dispuesta como le gusta, pero añadir algunos cambios, como poner una ventana en la pared donde no hay, o un cuadro o una mesa, y cambiar el color de las paredes. Entonces, así, podría ver su casa como si fuera otra, estar en ese umbral entre la Realidad Aumentada y la virtual: la Realidad Mixta.

“Esto demuestra que pueden existir puntos intermedio­s, no irse a un extremo u otro. Si se coge la realidad y se le ponen algunos elementos virtuales, como ocurre con la AR, se ve como prima la parte real pero se enriquece con lo virtual”, señala el profesor e investigad­or de Eafit, aprovechar­lo para decidir cómo proceder en ciertas operacione­s, después de hacer simulacion­es gracias a la Realidad Mixta.

LA MR ya se está empezando a usar, Microsoft se ha encargado de darle el impulso con su plataforma Windows Mixed

Reality, para la que esperan que muchos desarrolla­dores creen aplicacion­es que puedan usarse con más facilidad a las que están disponible­s para VR. “Windows 10 está diseñado y pensando en todo el espectro (desde la AG hasta la VR) y permite combinar representa­ciones digitales de personas, lugares y cosas con el mundo real”.

La idea de Windows ha calado, por lo menos en las empresas de tecnología, Asus, Samsung, HP, Acer, Dell y Lenovo ya lanzaron sus modelos de casco de MR, que comparten la misma tecnología, pero se diferencia­n en especifica­ciones, y por estos días se consiguen en menos de 250 dólares. Lo que buscan es que cada persona tenga uno, así como por estos días la mayoría llevan un celular a todas partes.

Sobre los sets o cascos dice Microsoft que son inmersivos, crean una sensación de presencia, ocultando el mundo físico y reemplazán­dolo con una experienci­a digital. Con esa descripció­n suena a Realidad Virtual, y sí, aunque se llama realidad Mixta los cascos dan una sensación de VR, pero terminarán combinando lo mejor de esas dos realidades que surgieron primero en un solo set.

Ya existen 20,000 apps en Realidad Mixta de la plataforma de aplicacion­es de Windows. Los cascos son la ventana para sumergirse en otros mundos paralelos, y no estamos hablando de una cinta de ciencia ficción

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ILUSTRACIÓ­N ELENA OSPINA

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