LOS APELLIDOS PESAN
Bienaventurado aquel que goce de un buen apellido, de esos que retumban y hacen que se despliegue cielo y tierra para satisfacer sus necesidades. Al parecer en Colombia, aparte de la ingenua costumbre culturalmente aceptada de catalogar de doctor a toda persona, menos aquel que verdaderamente lo es, hay apellidos de pedigree que exigen condiciones especiales en su manejo. En situaciones laborales, no hay mejor descripción que un refrán de antaño “la manzana nunca cae lejos del árbol”. Al interior del sector financiero, se venera un apellido atractivo, pues seguramente tendrán condiciones económicas superiores al colombiano común y por tanto mejores oportunidades para generar utilidades.
Dentro de la fuerza pública, pareciese que hay instrucción de hacerse el de la vista gorda ante los actos acometidos. Temiendo quizá, la famosa frase de “usted no sabe quién soy yo”. De igual manera, en el sistema judicial, se desdoblan ante las fechorías que cometen y, de manera complaciente, limitan sus sentencias a la mínima. ¡Claro!, qué horror que una persona de prestigio pase por una penitenciaría con sobrecupo y condiciones inhumanas que sufren los reclusos en el país.
La inequidad y la injusticia van de la mano, si bien dichos individuos, pertenecientes a las familias de alta alcurnia ali- mentan la primera, también contribuyen a la segunda. ¿Es justo recibir un trato diferenciador solo por la condición socioeconómica? ¿Son menos vergonzosos los actos cometidos por un magnate? ¿No forman ellos parte de la misma sociedad que padece día a día?
No quisiera que me malin- terpreten, los éxitos empresariales, o sea la razón de su distinción, deberán ser motivo de orgullo para ellos y con quien fraternicen, sin embargo imagino que existirá otra forma de elogiar que no sean los privilegios. En conclusión, me uno a
Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de un país que una vez fue referente de libertad e igualdad, cuando sentenció ”Igualdad de derechos para todos, privilegios para nadie”
Al parecer en Colombia se cataloga de doctor a toda persona, menos aquel que lo es, hay apellidos de pedigree.
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