Si no le gusta el gimnasio, ejercítese sin salir de su casa.
Si no le gustan los gimnasios, autoentrenarse es buena idea. Requiere disciplina y conocer su cuerpo.
Ya lo ha intentado varios eneros, incluso otros meses, y nada: el gimnasio no es para usted. Ha comprado la ropa, se ha subido a la elíptica y no se siente cómodo. Mejor no insiste más. Estar en casa es lo suyo. Algo tan sencillo como caminar a paso largo puede ser el inicio de ese empujón que necesita para hacer ejercicio. No es difícil, pero no lo haga sin orientación. Hay consejos.
Quienes piensan que basta con estar activo y moverse en las actividades cotidianas –llevar los hijos al colegio o trapear la sala– ya están haciendo algo por su salud, se equivocan. Para Jorge Wi
lliam Tobón Parra, entrenador personalizado, sociólogo y Licenciado en educación física, “sí se gasta energía, pero el cerebro se adapta a esas actividades rutinarias y no pasa nada más. El ejercicio se hace beneficioso en la medida en que todo el tiempo estemos modificando y dando información nueva al sistema nervioso central. Al romper el sedentarismo, más que cualquier músculo involucrado, el mayor beneficiado es el cerebro”.
¿Cómo comenzar?
La primera indicación del especialista es tener claro que no se va a competir contra nadie. “Una cosa es un deportista y otra, una persona que quiere hacer ejercicio por su bienestar”.
Considera además que hay decenas de rutinas que circulan en redes sociales que es mejor no tener en cuenta. “Una persona sedentaria que apenas va a ejercitarse no debería seguir esas seceuncias de movimientos extremos. No es satanizar los ejercicios de otros, es entender que se debe seguir un proceso metodológico para que paso a paso podamos hacer lo que soñamos”, dice.
La fisioterapeuta Karen Buendía considera que antes de comenzar en casa, una persona novata necesita asesoría. “La gente que generalmente hace rutinas en el hogar, de antemano ha tenido entrenamiento personalizado y conoce la técnica”.
Si es difícil contar con ese tipo de ayuda, anota Tobón, se recomienda iniciar con objetivos pequeños y realizables, por ejemplo, caminar en determinado espacio de tiempo y distancia e ir variando esa propuesta de acti
vidades. “Que si hoy fueron 3 kilómetros en media hora, mañana lo haré en menos tiempo. No quedarse haciendo lo mismo sino hacer modificaciones”.
Lo importante es tener un método para ir ganando en capacidades físicas, trabajar piernas, brazos, abdomen y hombros, con ejercicios básicos.
Póngase metas de tiempo. “La Organización Mundial de la Salud considera que todo mayor de edad y hasta un límite de los 70 años requiere, como mínimo, 150 minutos de actividad física a la semana para procurar un estado de salud aceptable”, indica Tobón. Organice un horario, para que se vuelva rutina.
A tener en cuenta
De una buena respiración depende un buen resultado. Tobón asegura que entre más despacio se haga cada ejercicio será mejor y no hay que olvidar los de estiramiento, antes y después de terminar.
Si hay dolencias físicas es otra cosa. La salud no debe competir con el ejercicio, “un abdominal para una persona que tiene una molestia en la columna o a nivel de la cadera, puede ser contraproducente. Si tiene la posibilidad de que un entrenador o un médico le prescriba el ejercicio con ciertas libertades se abre el camino para que se pueda autoentrenar”, señala Tobón, y añade que por eso el conocimiento del cuerpo es fundamental.
La fisioterapeuta Buendía precisa que hay que tener en cuenta si se presenta dolor a nivel lumbar que no mejora con analgésicos y con más de un mes de evolución, también molestia articular en rodillas y hombros, igual con más de un mes de evolución y estar pendientes de las pulsaciones. Se debe consultar al médico si al hacer ejercicio cardiovascular moderado las pulsaciones alcanzan rápidamente las 130 revoluciones por minuto.
Conocer las limitantes y fortalezas es vital para quien comience la disciplina de autoentrenarse en casa.
Cosa que, con las debidas precauciones y siguiendo las recomendaciones, es muy buena idea: el ejercicio es determinante para la salud física y mental y para mejorar el estado de ánimo. “Quien hace ejercicio tiene más tranquilidad para asumir sus relaciones personales, su autoestima y la relación con los demás”, concluye Tobón