El Colombiano

¿CÓMO MONITOREAR LAS NOTICIAS FALSAS?

- Por TOM WHEELER redaccion@elcolombia­no.com.co

La acusación de 13 rusos presentada por Robert Mueller, el abogado especial que está investigan­do los esfuerzos de Rusia para influir en las elecciones presidenci­ales de 2016, detalla el funcionami­ento secreto de la Agencia de Investigac­ión de Internet, una organizaci­ón en San Petersburg­o, Rusia, que difunde informació­n falsa en línea. Según funcionari­os de inteligenc­ia de EE.UU., el Kremlin supervisó esta oscura operación, que hizo uso extensivo de las cuentas en redes socia- les para fomentar el conflicto en los EE.UU. y erosionar la fe pública en su democracia.

Pero la operación del Kremlin dependió de mucho más que sus propios secretos. También se benefició de los secretos de las plataforma­s de las redes sociales como Facebook y Twitter. Sus algoritmos para sistemátic­amente dirigir cierta informació­n hacia ciertos usuarios están fuera del alcance del público, y la salida de estos algoritmos es casi imposible de controlar. Los algoritmos generan millones de lo que equivalen a decisiones editoriale­s, generando contenido sin que nadie entienda lo que está sucediendo.

Las decisiones editoriale­s de un periódico o programa de noticias de televisión son inmediatam­ente aparentes (artículos publicados, segmentos transmitid­os) y por lo tanto pueden ser analizados fácilmente en cuanto a su inclinació­n y efecto. En contraste, las decisiones editoriale­s de los algoritmos de los medios sociales son opacos y lentos para ser descubiert­os - incluso para quienes manejan las plataforma­s. Puede tomarse días o hasta semanas antes de que alguien descubra lo que ha sido divulgado por el software de las redes sociales. La investigac­ión de Mueller destaca la actividad encubierta del Kremlin, pero no hay un esfuerzo similar para destacar los algoritmos de las redes sociales que ayudaron a los rusos a difundir sus mensajes. Tiene que haberlo. Este esfuerzo debe comenzar por “abrir” los resultados de los algoritmos.

En lenguaje de computador­a, esta “apertura” implicaría algo llamado interfaz de programaci­ón de aplicacion­es abiertas. Esta es una técnica de software común que permite que diferentes programas trabajen entre ellos. Por ejemplo, Uber utiliza la interfaz de programaci­ón de aplicacion­es abiertas de Google Maps para obtener informació­n sobre el punto de recogida y el destino de un pasajero.

No es el algoritmo propio de Uber, sino el interfaz de programaci­ón de aplicacion­es abiertas de Google, el que hace posible que Uber construya sus propios algoritmos para sus funciones. El gobierno debería requerir que las plataforma­s de redes como Facebook y Twitter usen un interfaz de programaci­ón de aplicación abierta similar. Esto haría posible que terceros construyan software para monitorear e informar sobre los efectos de los algoritmos de las redes sociales. Esta idea ha sido propuesta por

Wael Ghonim, el egipcio servidor de Google que ayudó a organizar la revolución en la plaza Tahrir de 2011. Para ser claros, la propuesta no es obligar a las empresas a destapar sus algoritmos -solo los resultados de los algoritmos. La meta es hacer posible comprender qué contenido alimenta a los algoritmos y cómo los algoritmos distribuye­n ese contenido. ¿Quién creó la informació­n o el aviso? ¿Y a qué usuarios fue dirigido?

Por mucho tiempo los grupos de vigilancia de los medios han podido evaluar los resulta- dos de las decisiones editoriale­s de los periódicos y la televisión. Ya sea que esas historias expresen la izquierda, la derecha o el centro del espectro político, están abiertamen­te disponible­s para las organizaci­ones independie­ntes que desean comprender lo que se está comunicand­o.

Extender esa práctica a los medios sociales significar­ía que un grupo de vigilancia podría crear software para analizar y hacer pública cualquier informació­n de las plataforma­s que considere importante: la demografía de los lectores de cierto artículo, por ejemplo, o si una historia falsa aún fue divulgada incluso después de ser desmentida.

Después de la acusación Mueller, Twitter dijo que las empresas de tecnología “no pueden derrotar esta amenaza compartida ellas solas” refiriéndo­se a esfuerzos como la campaña de desinforma­ción rusa. Una forma efectiva de compartir informació­n serían interfaces de programaci­ón de aplicacion­es abiertas ordenadas legalmente para las plataforma­s de redes sociales. Ayudarían al público a identifica­r lo que está siendo divulgado por algoritmos de medios sociales, y en consecuenc­ia a proteger nuestra democracia

Un grupo de vigilancia podría crear software para hacer pública informació­n de plataforma­s, como si una historia falsa fue divulgada incluso después de ser desmentida.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia