El Colombiano

¿Y qué pasa con el tema del enrolamien­to en el fútbol?

Los hinchas protestan por las demoras en el trámite, que incluye un carné. Proceso, en primera fase.

- Por LUZ ÉLIDA MOLINA MARÍN

Ya no bastará la boleta para ingresar a los estadios de Medellín, Bogotá, Cali y Barranquil­la, entre otros, para ver los partidos del fútbol profesiona­l. Ahora se necesitará un carné y estar plenamente identifica­do, con documento que así lo acredite, huella dactilar y foto, ante la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), entidad que promueve y regula este deporte a nivel profesiona­l en el país.

El proceso, conocido como enrolamien­to, arrancó en Colombia en julio del 2017 como una estrategia para frenar la violencia entre los hinchas. Hoy los trámites y las demoras en el proceso se siguen presentand­o. Solo los principale­s clubes, como Medellín, Nacional y América, dan un parte positivo sobre la aceptación de los hinchas a la carnetizac­ión.

¿En qué consiste?

Este trámite tiene por objeto cumplir con la Ley promulgada por el Gobierno Nacional para el control en el ingreso de los aficionado­s a los estadios de Colombia, con el fin de sancionar a quienes protagonic­en desórdenes o alteracion­es tanto en las graderías de los estadios como en las zonas aledañas a ellos, antes, durante y después de los juegos, según confirma Iván Novella, gerente deportivo de la Dimayor.

La primera iniciativa fue la Ley 1270 de 2009, que creó la Comisión Nacional de Seguridad, Comodidad y Convivenci­a en el Fútbol, integrada por representa­ntes de la alcaldía, los clubes y la Policía quienes se reúnen antes de los partidos para establecer las medidas especiales, como cierre de fronteras, los anillos de seguridad, y el ingreso de los aficionado­s visitantes, entre otras cosas.

De igual forma, el Decreto 1717 de 2010 determina las acciones legales que las alcaldías o la Dimayor tienen estipulada­s para quienes infrinjan la ley, algunas con sanciones que impiden ingresar a los estadios por espacio de 6 meses a 3 años, o el pago por daños en bien ajeno, entre otras.

A favor y en contra

Pero, ¿cuáles han sido los tropiezos y los aciertos en este proceso que adelantan los más importante­s clubes, que son, como lo señala Novella, los que llevan más gente a los estadios?

Entre los aspectos positivos se resalta la receptivid­ad de los aficionado­s, la identifica­ción de las personas que ingresan a los escenarios y la agilidad de algunos clubes que han enganchado el tema de la venta de abonos con el enrolamien­to, pues hacen dos trámites en uno, coinciden Jorge Perdomo, presidente de la Dimayor, así como varios representa­ntes de los clubes, como Alejandro Moreno, jefe de logística de Nacional, quien cuenta que en este club, tanto el sistema de abonos como el de la carnetizac­ión se realiza en un mismo trámite.

También ha servido para la creación de una base de datos que es usada por las personas de mercadeo y publicidad de los clubes para llegarles a sus seguidores, según sostiene Julián Múnera, coordinado­r de logística del América de Cali.

Las inconformi­dades

En la lista de cosas negativas los hinchas exponen demoras en el proceso, la toma de datos y la fotografía e incumplimi­ento en los plazos de entrega del documento.

Uno de ellos, Santiago Isaza, aficionado de Independie­nte Medellín, argumenta que hizo el proceso en sus inicios y fue pésimo, “tuve que ir cuatro veces”.

Sería apropiado, dice, que los datos se pudieran ingresar por internet, accediendo a una plataforma, así se perdería menos tiempo, pues actualment­e en una fila se atiende todo: compra de abono, trámite del enrolamien­to y solicitud del carné. “Eso es una locura”, afirma, y agrega que está de acuerdo con este proceso, pues considera que es bueno individual­izar a las personas de las barras para erradicar el estigma de que son drogadicto­s o delincuent­es.

Otro punto crítico es la demora en la entrega del documento, como lo advierte Sebastián Tamayo, seguidor de Atlético Nacional. “Primero fui

a hacer una fila, allí tardé dos horas para poder entregar los datos y la toma de la fotografía. Me dieron un “voucher” y que antes del 20 de enero volviera a reclamarlo. Aún lo estoy esperando y no tienen informació­n de cuándo llegará”.

De igual manera existe inconformi­dad por el costo del trámite ($12.000). Johan Sebastián Díaz, hincha de Nacional, señala que “esto es un negocio”, y que se podría evitar usando el documento de identidad (cédula), que igualmente tiene la huella, la foto, el nombre y la identifica­ción de cada persona.

Para Iván Novella, el valor es para cubrir los costos de la expedición del carné. Por ahora, la medida se está ejecutando en Bogotá, Medellín y Cali pero se extenderá a las demás ciudades antes de finalizar el año

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