CÁMARAS, LEYES CON FUERTES SANCIONES Y COMISIONES ESPECIALES EN EL MUNDO
De acuerdo con lo estipulado por la Liga Premier, torneo profesional de Inglaterra, en los 90 se empezó con la ejecución de varias acciones integrales con el fin de acabar la violencia en el fútbol y tras la tragedia del 15 de abril de 1989, en el estadio Hillsborough de Sheffield, donde se presentaron 96 muertos y 776 heridos. Por eso instalaron sillas para acabar con los hinchas de pie, boletas costosas, fueron abolidas las vallas y mallas de protección. De igual forma, se realizó la carnetización y se entregaron beneficios para que los hinchas se inscribieran en los planes de abonados, con lo cual tenían el control de las identidades de quienes ingresaban al escenario. Otro de los aspectos que funcionó en la Liga Premier (principal torneo de Inglaterra) fue la prohibición del ingreso de hinchas bajo efectos del alcohol y se instalaron cámaras de alta resolución para grabar permanentemente las tribunas. Las sanciones que se imponen son de 3 años sin asistir a eventos deportivos para implicados en desórdenes. Los cuerpos de seguridad privados operan de una manera muy similar a la que se hace en Colombia: un comité de control y vigilancia, que trabaja de la mano de las autoridades judiciales (Policía) para realizar la individualización de los alteradores del orden y así suspenderlos. Así funciona también en España y Alemania con penas que van de 3 a 10 años. En Italia existe un carné de identidad y las entradas son personalizadas en todos los estadios, eso les permite individualizar a los hinchas y sancionar a quienes protagonizan desórdenes.
En Sudamérica La Asociación del Fútbol Argentina, se creó el plan de tribuna segura. Las autoridades se apoyan en las cámaras de seguridad para detectar focos de violencia e identificar a los protagonistas. Unido a eso el Congreso aprobó una Ley para endurecer penas a los implicados en el fútbol (hinchas, jugadores, dirigentes y técnicos), el control se hace con el DNI (Documento Nacional de Identidad). En Brasil aplican sanciones colectivas a tribunas y barras, impidiendo el ingreso de personas y parafernalia.