IVÁN Y CLAUDIA
La campaña presidencial ha puesto en el escenario, con gran visibilidad, a dos personajes que representan una nueva generación de líderes políticos, no solamente por su edad, sino también por su perfil sociológico. Me refiero a Iván Duque, del Centro Democrático, y a Claudia López, del Partido Verde.
De hecho, si Duque gana las elecciones, sería el presidente electo más joven del país desde Eustorgio Salgar. Mientras que Claudia López, si Fajardo gana las elecciones, no solo sería la vicepresidente más joven en la historia de Colombia, sino también la primera mujer.
Pero más allá de la edad de estas dos nuevas estrellas de la política colombiana, pienso que el perfil sociológico de Iván Duque y Claudia López es un indicador de los cambios que se están dando en la cultura política del país. De hecho, ninguno de los dos es un delfín de una de las tradicionales familias políticas colombianas. Ambos militan en partidos políticos que se han formado en la última década dentro de un proceso de disgregación de los partidos históricos.
En los últimos meses me he preguntado varias veces si Iván Duque sea realmente el candidato del presidente Uribe. De hecho, dudaba que Uribe, a quien le gusta tener todo bajo su control, dejara que fuera una consulta interna la que decidiera quién sería el candidato presidencial de su partido. Esto era negar el principio de “él que diga Uribe”. Además, comparado con otros miembros de este partido, Duque se distingue por ser una persona moderada y moderna. Es un apasionado de la economía y de la innovación, y en su tiempo libre rockea con Led Zeppelin. Fiel a la línea de su partido, quiere más justicia en la paz, pero prometió no hacer trizas los acuerdos con las Farc. Es un hombre que mira más al futuro que al pasado de Colombia. Si su liderazgo se consolida, Duque, con la bendición de Uribe, podría liderar la transición del Centro Democrático de un partido-finca, que depende exclusivamente de un patrón, a un partido de una derecha moderada, que se alimenta de su dialéctica interna.
Por otro lado, Claudia López es una mujer que ha construido su carrera alrededor de la investigación académica, y que se hizo conocer por sus trabajos alrededor de la parapolítica. Es una mujer que se hizo apreciar por su pasión civil, por azotar a los corruptos, y por gritarle al país que el rey está desnudo. Desde cuando puso su pie en la política, se ha convertido en la Juana de Arco de Colombia. El largo consenso que hasta el momento ha logrado, es expresión de una generación de ciudadanos posideológica, que sueña con una sociedad de derechos y oportunidades para todos.
En fin, Iván Duque y Claudia López son expresión de una sociedad cada vez más fluida, donde los cambios son exponenciales y donde lo que es sólido se derrite en el aire, como escribió Marx. Políticamente son, quizás, el síntoma de una cultura política que, también en Colombia, poco a poco se va transformando
El perfil sociológico de Iván Duque y Claudia López es un indicador de los cambios que se están dando en la cultura política del país.