LA DERECHA DE LA DERECHA
Los políticos moderados que aún quedaban en la Casa Blanca perdieron la batalla. Su proyecto de largo aliento para disminuir el tono de una presidencia impulsiva llegó a un prematuro final tras un año de mandato. A partir de ahora los hombres que rodean a Donald
Trump son todo lo que él desea, leña fresca para un fuego que adora arder y quema todo a su paso. Han caído los muros de contención y las consecuencias se verán más allá de las fronteras del imperio.
La decisión del millonario de nombrar a John Bolton, un viejo conocido radical de la presidencia de Bush hijo, como miembro del Consejero de Seguridad Nacional fue el último paso hacia la libera- ción de los instintos más radicales y nacionalistas.
Bolton apoyó en su momento la catastrófica guerra en Irak y en más de una ocasión ha insistido en la necesidad de atacar militarmente a Corea del Norte. Es un fiel creyente de que el poder de las armas es superior al de la diplomacia y sus alaridos, menos sonoros, pero igual de irresponsables que los de su jefe, hacen parte de la geopolítica del matoneo.
Al último halcón se le suma Mike Pompeo, director de la CIA que tomará el mando de la Secretaría de Estado, tras el despido vía Twitter de
Rex Tillerson, un hombre cuyo trabajo estuvo siempre a la sombra de trinos tempera- mentales. Pompeo desciende del Tea Party y entre sus credenciales está una oposición radical al pacto con Irán que logró la administración Obama de la mano de Europa.
Sin detenerse en transiciones Trump está creando un círculo de espejos. Uno de aduladores y fanáticos que se ubican a la derecha de la derecha en el espectro político y que comparten sus formas y su fondo.
Organizaciones no gubernamentales y miembros de ambos partidos han alertado del camino que el presidente delinea justo cuando la campaña para la elección legislativa de noviembre toma forma. A esta altura resulta bastante obvio que la mano dura y los bombardeos suman más votos que el diálogo y la diplomacia. Si hay vidas de por medio y el futuro de naciones está en riesgo es muy probable que para los que ahora ocupan el Salón Oval no sean más que daños colaterales
Sin detenerse en transiciones, Trump está creando un círculo de espejos. Uno de aduladores y fanáticos que se ubican a la derecha de la derecha en el espectro político.