Exprima estas mini vacaciones
Claves para que llegue renovado y recargado del descanso, si es de los que en Semana Santa aprovecha para salir.
El tiempo no importa tanto como la calidad del descanso, que busque otras actividades y se desconecte en Semana Santa. Si va a interrumpir sus rutinas o su tiempo de reflexión, aproveche cada segundo.
Algunos suponen que la mejor forma de recargar baterías es tomarse unas vacaciones largas y relajadas. Es como si se tuviera un depósito de energía mental que se consume gradualmente en el trabajo y se necesitara tiempo fuera de la oficina para volver a llenarlo.
De acuerdo con esta idea, cuanto más largas sean las vacaciones, mejor. Sin embargo, esta también es una razón por la que muchas personas no se toman un tiempo libre: salir de la oficina por más de dos semanas se siente imposible y pensar en enfrentar una montaña de trabajo al regresar puede ser más estresante. Esta hipótesis se lee en el libro Por qué se trabaja más cuando se trabaja menos tiempo, por Alex Soojung-Kim Pang.
Hay costos reales derivados de no descansar. El Framingham Heart Study, un proyecto del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre y la Universidad de Boston, siguió a mujeres en un pueblo de Massachusetts durante un periodo de 20 años, encontrando que quienes tomaban una pausa de forma poco frecuente eran más propensas a sufrir ataques cardíacos que aquellas que vacacionaban con regularidad.
Desconéctese
Durante cerca de dos décadas, la socióloga Sabine Sonnentag, de la Universidad de Konstanz de Alemania, ha estado explorando esta cuestión con varios colaboradores.
Ellos creen que hay tres factores principales que contribuyen a unas vacaciones que ofrecen recuperación: la relajación, el control de las experiencias y el desprendimiento mental del trabajo.
Para los investigadores, los descansos que son altos en ellos son el equivalente a las comidas nutritivas; aquellos que no, son como calorías vacías. También aseguran que, en la mayoría de casos es más recomendado tener varios periodos de vacaciones al año, en vez de uno largo.
Más ejemplos
En el contexto de la recuperación, el control significa tener el poder de decidir cómo gasta su tiempo, energía y atención. Para las personas que no tienen mucho control sobre lo que sucede en el trabajo, y cuyos horarios fuera están llenos de tareas familiares y quehaceres domésticos, controlar su tiempo en sus descansos puede ser liberador y reconstituyente.
Laura Restrepo Vélez, psicóloga clínica de la Universidad Pontificia Bolivariana, señala que cambiar de actividades es clave.
“Si su trabajo implica estar en el computador con frecuencia no se vaya a casa a ver Netflix todo el día, cambie de rutina, haga un curso de cocina o planee un viaje para des- conectarse; lo mismo si su labor le requiere hablar constantemente con gente, busque entonces una playa solitaria para meditar”.
Esto apunta también a la importancia del desprendimiento psicológico del trabajo, el tercer factor.
Uno de los primeros estudios (al final de los 90) de los sociólogos israelíes Dalia Etzion, Dov Eden y Yael Lapidot sobre los trabajadores antes y después de su servicio anual en el ejército israelí permitió observar esto.
La mayoría de los adultos en este país deben servir en el ejército a tiempo completo al terminar su estudios básicos de bachillerato.
Luego, continúan como reservistas, sirviendo algunas semanas cada año, lo que significa parar por unos días el trabajo cotidiano, así suponga un entrenamiento físico más pesado. Quienes regresaron fueron encuestados sobre sus niveles de compromiso y energía, encontrando tasas significativamente más bajas de estrés laboral y agotamiento, que quienes no abandonaron sus labores de oficina.
De hecho, sus resultados se parecían a los de las personas que habían estado de vacaciones. Esto parece contrario a la intuición, pero los investigadores en otros países han observado el mismo fenómeno