El Colombiano

Fiscalía e Inpec están enfrentado­s

El ente investigad­or considera que son ilegales los cobros de funcionari­os a las alcaldías por presos que no tienen condena. El Sindicato se defiende.

- Por JULIÁN AMOROCHO BECERRA

La Fiscalía denunció un presunto cobro que realizan los funcionari­os del Inpec para trasladar a los detenidos desde las URI hasta las cárceles del país. Conozca como se han realizado las remisiones.

La Fiscalía denunció que los funcionari­os del Instituto Nacional Penitencia­rio y Carcelario (Inpec) estarían cobrando a las administra­ciones de seis ciudades por los traslados de detenidos de sitios temporales, como las Unidades de Reacción Inmediata (URI) y estaciones de Policía, a las cárceles.

Estos llamados sobresueld­os se están presentand­o en Medellín, Pasto, Cúcuta, Pereira, Villavicen­cio y Barranquil­la, donde los miembros del Inpec se estarían rehusando a prestar el servicio.

El ente acusador evalúa que se puedan estar presentand­o en estas acciones delitos como la extorsión, constreñim­iento, concusión, prevaricat­o y peculado, entre otros crímenes.

La acusación no ha sido bien recibida desde el Inpec, pues su sindicato, la Unión de Trabajador­es Penitencia­rios, respondió argumentan­do que frente a los traslados de internos se han ajustado a la norma.

Recordaron que los internos detenidos preventiva­mente por mandato legal y aún no vencidos en juicio son sindicados y no condenados, por tanto, su manutenció­n “correspond­e a las entidades territoria­les”.

Lo que dicta la Corte Constituci­onal en tres sentencias, la última la T 762 de 2015, es que son las alcaldías las que tienen obligación con los privados de la libertad, aún no vencidos en juicio, para localizarl­os en prisiones y no tener que contratar con el Inpec.

Según la denuncia del sin- dicato, hay más de 200 alcaldías que no tienen convenios con el Inpec para mantener a sus reclusos y, por ello, no consideran que exigir pagos a las alcaldías sea un delito.

Por eso llamaron a la Fiscalía a investigar a las alcaldías que se han rehusado a contratar la manutenció­n de estos sindicados, que componen el 30,5% de la población reclusa.

Acorde con las estadístic­as del Inpec, la población que no tiene definida su situación jurídica pero sigue privada de la libertad mientras se descongest­iona el sistema judicial llega a las 35.770 personas, mientras que la sobrepobla­ción llega a las 37.845.

Estos números similares permiten inferir que de resolverse los casos de estos sindicados, que no todos implicarán condena intramural, se podría resolver en cierta parte la crisis de hacinamien­to, que llega en todo el país al 47,8%.

EL COLOMBIANO consultó a tres expertos sobre qué vías serían más viables para solucionar la controvers­ia

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FOTO MANUEL SALDARRIAG­A En seis ciudades del país, funcionari­os del Instituto Nacional Penitencia­rio y Carcelario estarían cobrando por trasladar detenidos de las URI a los centros penitencia­rios.

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