El Colombiano

Crisis de Hidroituan­go afecta 12 poblados indígenas

Son más de mil personas que viven en el Bajo Cauca. Las de mayor riesgo se ubican en el municipio de Cáceres. Van 85 familias evacuadas.

- Por NELSON MATTA COLORADO

Dos comunidade­s evacuadas y diez más en alerta naranja son hasta ahora las afectacion­es que deja la emergencia de la represa Hidroituan­go para los pueblos indígenas de la región.

La Organizaci­ón Indígena de Antioquia (OIA) informó que la situación más crítica se presenta en el municipio de Cáceres, con dos asentamien­tos del pueblo Senú: Isla de la Dulzura y Puerto Santos.

Gustavo Vélez, consejero de la entidad, le contó a EL COLOMBIANO que ya salieron 45 familias de Isla de la Dulzura, las cuales se autoalberg­aron en otra comunidad de El Guarumo, ubicada en la citada localidad.

Detrás de ellas van otros 40 núcleos familiares de Puerto Santos, que están en proceso de desplazami­ento hacia el mismo lugar.

A la tensión que se padece en estos momentos, se suman las condicione­s precarias que deben soportar en el sitio. Vélez explicó que la comunidad de El Guarumo es conformada por cerca de 130 lugareños, que están más seguros porque viven lejos de la ribera del Cauca, a hora y media del casco urbano de Cáceres.

No obstante, el arribo de los indígenas evacuados pone en riesgo la salubridad de las personas, pues no tienen acceso al agua potable ni servicios sanitarios, y la comida escasea para tantas bocas.

El consejero Vélez afirmó que hasta el momento no han enviado ayudas del Estado a El Guarumo, en parte porque este no es uno de los puntos

de encuentro y albergue oficiales designados por las autoridade­s de socorro.

Otros se hospedaron temporalme­nte en una iglesia cercana, adonde tampoco les ha llegado auxilio alguno.

Mientras esta coyuntura se presenta con los residentes de Isla de la Dulzura y Puerto Santos, hay otras nueve comunidade­s en alerta naranja en el Bajo Cauca, según la OIA.

Se trata de indígenas Senú, ubicados entre Cáceres y Caucasia; y de los pueblos Embera Chamí y Embera Katío, que habitan entre Tarazá y Cáceres. Sumadas, son cerca de mil personas, que también tendrían que evacuar sus resguardos si se agrava el problema de la hidroeléct­rica.

Llanedt Martínez, la gerente Indígena de Antioquia (una dependenci­a de la Administra­ción Departamen­tal), añadió que también se está alertando a la comunidad Soibadó del municipio de El Bagre, que vive cerca de la quebrada San Jorge. Son 92 personas (20 familias) que deben estar atentas a la evolución de la crisis.

Agregó que en Isla de la Dulzura todavía hay familias que no se quieren ir, por lo

que están coordinand­o con la Guardia Indígena para que las convenza de evacuar.

Atención diferencia­da

La gerente Martínez expresó que su despacho hizo un llamado al Dapard (Departamen­to Administra­tivo del Sistema para la Prevención, Atención y Recuperaci­ón de Desastres) y a Empresas Públicas de Medellín para que, en medio de la atención a la población afectada, le den un tratamient­o diferencia­do a los indígenas.

“Compartimo­s la preocupaci­ón de la población. Haremos un acompañami­ento a estas personas para evitar mayores perjuicios. Hasta ahora los desplazami­entos son preventivo­s, pero no podemos bajar la guardia”, exclamó Martínez.

Por su parte, Vélez dijo que “la OIA hace mucho rato ha manifestad­o que no está de acuerdo con la represa Pescadero Ituango, porque preveíamos que este tipo de fenómenos iban a pasar. Pedimos al Estado un máximo despliegue para los indígenas, porque están en un lugar que no se concibe como punto de encuentro, hay problemas de aguas y alojamient­o, se necesita ayuda humanitari­a”

 ?? FOTO DE ARCHIVO RÓBINSON SÁENZ ?? Los indígenas que viven en Cáceres, cerca del río Cauca, son que tienen mayor riesgo de inundación.
FOTO DE ARCHIVO RÓBINSON SÁENZ Los indígenas que viven en Cáceres, cerca del río Cauca, son que tienen mayor riesgo de inundación.

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