Jerónimo y Sebastián, la sangre joven del arco
Los dos paisas, que compitieron en el Campeonato Nacional juvenil, encarnan la novedad y la experiencia en este deporte.
Jerónimo Vásquez Escudero y Sebastián Arenas Díaz tienen vidas que van a ritmos distintos. Sin embargo, en algo se cruzan: les encanta lanzar flechas y dar en el blanco.
El primero, con 11 de edad y un año practicando tiro con arco; el segundo, con 19 y ocho de ellos de experiencia en el deporte, llegan religiosamente todos los días al campo de tiro de la unidad deportiva Andrés Escobar del barrio Belén con el mismo objetivo: ser los mejores en sus categorías y llenar de júbilo al país.
Ambos, desde pequeños, comenzaron su carrera deportiva pateando un balón. Jerónimo en Liborina y Sebastián en Sabaneta.
Pero diferentes circunstancias los arrastraron a emular las hazañas de Robin Hood con el arco y las flechas.
“Yo empecé en el tiro por curiosidad. Un día, en el colegio, nos invitaron a practicar y me pareció muy interesante eso de tirar flechas”, asegura Arenas.
Algo similar le ocurrió a Jerónimo, quien, influenciado por Mayra Alejandra Sepúlveda, una amiga de sus hermanos mayores, dejó el fútbol y se inclinó por el tiro. “Me llamó mucho la atención por la precisión al disparar. En Liborina practiqué muy poco en el club que había, pero cuando nos vinimos a vivir a Medellín empecé a entrenar con más disciplina”, comenta Vásquez, quien compite en la categoría infantil, modalidad recurvo.
Mientras que el pasado fin de semana Jerónimo debutó en el Campeonato Nacional juvenil de tiro con arco, Sebastián aprovechó el mismo evento
para despedirse de la categoría juvenil, pues, en unos meses comenzará a disparar en mayores, en modalidad compuesto.
En ocho años en las categorías juveniles, Arenas, que cursa cuarto semestre de Ingeniería Informática en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, ha cosechado incontables experiencias, como sus tres apariciones en los Juegos Departamentales y la más notable: su clasificación a los Juegos Nacionales-2015 con la que también logró el segundo lugar en el ranquin nacional mayores -aunque es juvenil- y su posterior llamado a la Selección Colombia.
Por todo ese bagaje los más pequeños ven a Sebastián como uno de sus tantos referentes o, por lo menos, así es para Jerónimo que aspira seguir sus pasos. Ya empezó incursionando en los Departamentales y su primer Nacional.
“Verlos entrenar, lo disci-
plinados que son y todos los reconocimientos que han tenido hace que uno quiera hacer lo mismo. Él y David Cadena -otro practicante paisa quien logró para Colombia el cupo para los próximos Juegos Olímpicos de la Juventud- nos inspiran a querer llegar alto y representar bien este deporte”, afirma Jerónimo, el más pequeño de la delegación.
Sebastián, que dará el salto “a las grandes ligas” de esta disciplina, dice con entusiasmo que muchos de los menores que apenas están incursionando en el arco lo vean como un modelo a seguir.
“Yo les aconsejo que sean constantes. Este es un deporte en el que necesitas mucha concentración y disciplina, pero lo más importante es tener confianza en uno mismo y no dudar nunca de nuestras capacidades”, les dice Arenas a todos los que, como él, quieren apuntar más lejos