Caldas se rindió ante las dos ruedas del enduro
El municipio antioqueño fue sede de la primera válida de la Copa Nacional de esta disciplina.
Un culto a la bicicleta y a la adrenalina se vivió este fin de semana en las montañas de Caldas.
En la mañana de ayer, 359 amantes del pedal de todo el país, e incluso Suramérica, se agolparon en las agrestes trochas del Adventure Bosi Camp del municipio antioqueño para disputar la primera de las cuatro válidas de la Copa Nacional de enduro.
Uno de ellos fue Rafael Henao, un ingeniero mecánico que llegó desde Manizales con su esposa para disputar, como cada año, esta competencia en la categoría expertos.
Antes de salir a recorrer el trazado, que contaba con más descensos que ascensos, una característica propia del enduro, modalidad del ciclomontañismo que mezcla cross country y downhil, Rafael tomó las precauciones.
Revisó su bicicleta, se percató de que tuviera los frenos calibrados, se fijó en el estado de las llantas, que ya estaban llenas de barro tras las sesiones de entrenamiento del sábado; probó la suspensión de su caballito de carbono, se acercó a la rampa de salida, esperó su llamado por los altavoces y salió pedaleando hacia una nueva aventura que le llevaría cerca de tres horas.
“La pista es muy técnica y el clima la hizo más dura. Cuando compites en estas condiciones cualquier error te puede quitar el tiempo que has ganado bajando”, explicó Henao, quien lleva 20 años en este deporte.
Para Gustavo Álvarez, un paisa gomoso de este deporte, la cita en Caldas fue una oportunidad para mejorar sus tiempos y la capacidad de reacción ante los imprevistos durante la carrera.
Compitió en la categoría Sport dobles (novatos con bicicleta doble suspensión), una de las nueve divisiones en las que hubo acción: élite, expertos, máster A y B, rígidas, sub-21 y en damas, sport y élite.
“Esta cita con el enduro tuvo como enfoque abrir nuevas rutas para seguir sorprendiendo a los corredores con pruebas especiales”, afirmó Luisa Ríos, una de las organizadoras del certamen.
Eso lo respaldó Luis Eduardo Basto al afirmar que “donde haya una montaña o una pista, ahí siempre va a llegar un ciclomontañista”