EL DÓLAR FUERTE
La Reserva Federal ha tomado la delantera en el ajuste de su política monetaria frente a otros bancos centrales. La consecuencia es que los capitales estadounidenses vuelven a casa.
cambio devaluada, pero el rebote del dólar en el mes de abril generó una volatilidad que puso a temblar a las economías emergentes y llevó a la crisis a Argentina y a Turquía. En Colombia, el episodio sorprendió a los analistas económicos con un aumento del precio del petróleo que coincidió con el aumento de la tasa de cambio. La semana pasada las cosas volvieron a lo esperado y con un precio del Brent llegando a 80 dólares por barril la tasa de cambio descendió.
Pero no hay que perder la perspectiva. El punto es que sigue siendo cierto que estamos ante la presencia de un fenómeno global. El dólar sigue fuerte y eso tiene unas consecuencias sustanciales sobre la economía mundial. Los efectos sobre cada economía dependen de sus características particulares y de la forma como las perciben los mercados.
Estamos viviendo la segun- da parte de la llamada “normalización” de la política monetaria en los bancos centrales de las principales economías desarrolladas y esto es lo que explica el fortalecimiento del dólar. Con la “normalización” se busca desmontar los instrumentos no convencionales que se utilizaron para paliar la crisis financiera de 2008-9. Este nuevo escenario comprende un aumento de la tasa de interés de política, la eliminación de las compras masivas de activos y el inicio de un proceso de contracción de sus balances.
En 2017 las posibilidades de negocios se encontraban en Europa y los grandes emergentes, con la consecuencia de atraer muchos capitales hacia esos mercados. En esas condiciones la tasa de cambio del dólar contra una canasta de monedas de sus socios comerciales se depreció un 10 %. Hoy las condiciones han cambiado y la Reserva Federal ha tomado la de- lantera en el ajuste de su política monetaria frente a otros bancos centrales. Esto coincidió con la debilidad de comienzo del año de las economías europeas y en otras latitudes. La consecuencia es que los capitales estadounidenses vuelven a casa y el dólar se fortalece.
Las efectos sobre los mercados emergentes se dan por varios canales. Actualmente, en la mayoría de emergentes las tasas de cambio son flexibles. Con las ventajas que esto trae, permanecen algunas vulnerabilidades: la presencia de flujos de capital volátil de corto plazo y el incentivo al endeudamiento externo de las empresas, que se traduce en un peligroso descalce cambiario (deuda en dólares e ingresos en moneda local).
En esas condiciones, los cambios en las variables financieras internacionales exacerban la vulnerabilidad de las economías emergentes. Los casos de la Argentina y Turquía son dicientes de lo que sucede cuando el dólar se aprecia y una economía sufre de grandes desequilibrios (fiscales, externos) y una historia de malas políticas económicas, con el riesgo de contagio de esas corridas hacia otras economías en mala situación. Hay que portarse bien