MOVIMIENTOS EN LA MONTAÑA PODRÍAN GENERAR “MEGADERRUMBE”
Desde el pasado sábado 26 de mayo EPM ha registrado desprendimientos de tierra en la parte superior de la plazoleta de compuertas del proyecto hidroeléctrico, en la montaña derecha, sentido sur-norte. La caída de material se repitió el domingo 27. El lunes 28 de mayo, una señal de alerta en uno de los radares que monitorea la ladera de la montaña, obligó a evacuar a los trabajadores. En este macizo rocoso, que ha registrado actividad, la empresa mantiene los monitoreos permanentes con piezómetros para medir la presión del agua, radares, información tipográfica, monitoreo satelital y rayos láser en los túneles para determinar sus condiciones. Adicionalmente, añadió EPM, se implementaron puntos de control superficial, combinados con radares, para lograr sensibilidades de hasta décimas de milímetros cada hora, lo que permite alertar ante cualquier eventualidad. En la última semana se evidencia que en las partes altas de los derrumbes registrados hay tendencia a desprendimientos de tierra. Hoy, reconoció la empresa, sigue cayendo tierra en una cantidad no significativa porque el macizo se encuentra en proceso de reacomodo. La presión sobre la montaña también ha aumentado, producto del llenado del embalse, la evacuación de agua por casa de máquinas y las fuertes lluvias. El peligro inicial es que el desprendimiento de tierra tapone, par- cial o totalmente, el vertedero. El mayor riesgo, de registrarse un “megaderrumbe”, es que se genere una ola gigantesca que sobrepase la presa y provoque una avalancha. El gerente Londoño dijo que hoy la probabilidad de ocurrencia de este hecho es “baja” y que pese a los movimientos actuales en la parte alta de la montaña, esperan desprendimientos de no más de 100.000 m3. “A hoy no esperamos un derrumbe de altas magnitudes”, aseguró.