Argentina, más allá del paro
Para la ciudadanía, la economía no mejora y los costos de vida suben. Gobierno dice que ha tomado medidas y que los paros reultan costosos.
En rechazo al acuerdo que suscribió el presidente Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional, los trabajadores cesaron ayer sus actividades. ¿Cuáles son las implicaciones económicas para el país?
Por tercera vez en quince meses Argentina se detuvo. Calles solas, un precario servicio de transporte público y el comercio cerrado fue el saldo del paro nacional convocado por la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo, para protestar en contra de las políticas económicas del gobierno del presidente Mauricio Macri quien, a pesar de las medidas adoptadas, no ha logrado sacar al país de la crisis económica.
“El paro se hizo sentir, están paralizados la mayoría de los servicios”, comentó Heber Ybañez, un añatuyense que reside y trabaja en Buenos Aires. La movilidad se detuvo, desde colectivos y trenes, hasta los aviones dejaron de circular, a tal punto que algunas empresas no abrieron o implementaron el teletrabajo porque las personas no tenían cómo movilizarse. Ybañez explica que “hay cosas que están mal como aumentos en las tarifas y la inflación”, incluso las pequeñas y medianas empresas están cerrando.
Un trabajador de una empresa del sector automotor, en diálogo con EL COLOMBIANO, comentó que se unió al paro para protestar por la reforma que llevó Macri al Congreso, que pretende reducir las vaca- ciones a quince días al año, eliminar el pago de horas extras a los trabajadores y disminuir las indemnizaciones.
“No beneficia a los empleados, sino a las empresas. El presidente prometió inversiones y ajustes y no ha pasado nada” y agregó que durante el gobierno del Kirchnerismo la situación no andaba totalmente bien, pero la economía, de alguna forma, funcionaba. Concluyó señalando que está en desacuerdo con que en las protestas se apele a la violencia, por eso prefiere decir sí a un paro nacional en busca de que el gobierno escuche las propuestas.
Aunque algunas personas prefieren protestar de forma pacífica, otros sectores bloquearon las vías de acceso y principales avenidas, especialmente en Buenos Aires. La agencia AFP reseñó que un líder del Partido Obrero aseguró que “un paro general no es suficiente”, sino que se necesita “un plan de lucha para derrotar la guerra contra los trabajadores”, en medio de los bloqueos.
Costos del paro
El ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, indicó que el paro costaría casi 29 mil millones de pesos argentinos al país y que la única forma de sacar adelante la situación que
vive Argentina es “trabajando”. El gobierno ha manifestado su desacuerdo con la protesta de los trabajadores.
Y es que el paro es respaldado por la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo, que integra a los gremios textil, industrial, de alimentos, tecnología, comunicación y reciclaje. Esta entidad asegura que las políticas de Macri han promovido la apertura indiscriminada de las importaciones y la destrucción del mercado interno.
Desconfianza, el problema
El gobierno de Mauricio Macri ha implementado políticas para mejorar la situación económica del país, como reformas ante el Congreso o el reciente préstamo con el Fondo Monetario Internacional ( FMI), medidas que no han convencido ni a la sociedad, ni a los inversionistas. Expertos y ciudadanos coinciden en que la desconfianza en la economía es el principal problema. Mientras la gente cree que las cosas no mejoran, las empresas dudan en la solidez del mercado.
Alejandro Torres, profesor de Economía de la Universidad Eafit, explica que ya la población está sintiendo los efectos del déficit fiscal y que las “políticas de Macri no están funcionando”, motivo por el que la gente considera salir a paro. Comenta que “hay un factor muy complejo de entender y es el asunto de la credibilidad en los mercados internacionales y locales. Hasta que no se recupere, la efectividad del gobierno será difícil”.
Según Torres, el paro dejará como resultado una pérdida significativa en el comercio, pero lo más importante es el elemento político que enmarca las protestas.
Un dólar que no sube
Si bien la economía argentina no tiene, en teoría, al dólar como una moneda oficial, en la práctica las personas han tenido una relación estrecha con esta denominación, que ha sido la moneda de reserva, especialmente cuando se han presentado momentos de inflación. Las operaciones inmobiliarias o el costo de los vehículos se calculan en dólares, aunque al momento de pagar se haga la conversión al peso argentino.
Florencia Carbone, edito-
ra de Trade News, un portal de ese país especializado en economía, cuenta que, cuando el peso se devalúa y el dólar aumenta “la gente va al supermercado y encuentra que los precios subieron, a veces por la relación directa con esta moneda, otras porque ante la duda las empresas se cubren aumentando el valor del producto”. Para la especialista esto se convierte en un efecto “rueda”, un círculo vicioso, cuya afectación ya sintió, en gran medida, la comunidad.
Además, la inflación afecta cada vez más al país. Aunque el gobierno ha promovido préstamos bancarios para favorecer la adquisición de viviendas, estos están atados a la inflación y a la cotización del dólar, factores que han hecho casi imposible para muchas personas poder acceder a ellos o cubrir los créditos que ya tenían. En otras palabras, un sector fuerte de la economía está detenido. A esta crisis se le suma los problemas con la producción de soja, que es una de las materias primas más importantes que se producen porque la cosecha disminuyó a causa de la sequía.
Las fuentes consultadas por EL COLOMBIANO coincidieron con que los efectos del paro fueron notorios. Por ahora, la situación no parece mejorar, en una Argentina que lleva meses intentando crear confianza en el mercado internacional para favorecer la inversión y lograr sanar las heridas económicas que tienen a la población detenida y en contra del gobierno