Francia, un finalista que brilla con luz propia
Tras vencer 1-0 a Bélgica, los dirigidos por Didier Deschamps quedaron a un paso del éxtasis: su segundo título mundial.
En un partido de esos que los aficionados neutrales casi ruegan para que no termine por la calidad del trámite y de los dos rivales, Francia acabó con el sueño belga de llegar a la final del mundo por primera vez en su historia, gracias a un gol del defensor Samuel Umtiti.
“Estamos escribiendo nuestra propia historia”, dijo emocionado el defensor del Barca, autor de uno de los goles más importantes de Francia en mundiales.
Umtiti, nacido en Camerún, lanzó esa frase en alusión a la generación francesa que hace 20 años ganó el único título mundial hasta ahora. “La generación que lideró
Zinedine Zidane hizo su trabajo en el 98 y nosotros estamos escribiendo nuestra propia historia y por el momento nos va bastante bien”, declaró emocionado.
Los jóvenes al poder
Con una plantilla que tiene un promedio de edad de 26,4 años, la sexta más joven de la Copa Mundo, Francia disputará su tercera final en el certamen en las últimas 6 ediciones, algo que ninguna otra selección logró.
Y lo hará con un combinado que se fue haciendo fuerte sobre la marcha del campeonato, deshaciendo las dudas que se tejían sobre la juventud de sus jugadores y algunas señales de falta de carácter en varios partidos.
Francia clasificó líder del Grupo C con 7 puntos; derrotó 2-1 a Australia, 1-0 a Perú y empató 0-0 ante Dinamarca.
En octavos, eliminó a Argentina 4-2 y allí dio su primera gran muestra de madurez al remontar la sorpresiva ventaja transitoria de los argentinos.
En cuartos hizo su mejor partido y le pasó por encima a Uruguay (2-0), a la que hizo ver débil e impotente, algo que no muchas selecciones
son capaces de lograr.
Con el triunfo de ayer ante Bélgica, los “galos” completaron 10 goles a favor en el torneo y 4 en contra.
“Tengo un equipo muy joven: 14 jugadores han descubierto lo que es una Copa Mundial porque nunca la habían jugado. No hacemos todo bien , pero hay una progresión. Estoy muy orgulloso de ellos”, expresó el técnico Didier Deschamps.
Aprender de los errores
El centrocampista Paul Pogba advirtió, tras la clasificación de los “Bleus” a la final, que “no hay que volver a cometer el error” de la Eurocopa-2016, cuando Francia perdió la final contra Portugal.
Muy serio, el jugador del Manchester United dijo a las cámaras de BeIN Sports Francia: “Es bonito... es todo lo que puedo decir. Estaba contento en la Eurocopa-2016. Habíamos hecho algo extraordinario ganando a Alemania (entonces campeona del mundo) en semifinales. Pero después lo dejamos escapar” al perder la final contra Portugal en la prórroga por 1-0.
“No tiene que volver a pasar. Hoy estamos en la final. Está bien y disfrutémoslo un poco hoy. Pero a partir de mañana nos centramos en la final”, insistió.
“Quiero ganar la Copa del Mundo. Tengo ganas de ganarla. Ha sido un largo camino hasta aquí y queda una etapa”, añadió.
Como sea, el camino de los franceses hasta ahora demostró el valor que tiene el proceso en el fútbol.
Solo así es posible superar los eventuales fracasos, por más duros que sean, como lo fue en su caso perder la final de la Euro en su propio país y cuando tenían todo el favoritismo.
Velocidad, mucho poder ofensivo, defensa sólida y, por muchos momentos, vistosidad colectiva. Esas son las banderas del primer finalista en Rusia, el verdugo de los equipos suramericanos, el único favorito que prevaleció en un torneo plagado de trampas para los aspirantes.
Un equipo que solo perdió un juego en los últimos dos años: (2-3 ante Colombia en amistoso), y que está a 90 minutos de reinar otra vez