El Colombiano

Disidencia­s y su crecimient­o alarmante en Antioquia

Con extorsione­s y narcotráfi­co mantienen un grupo armado de cerca de 300 personas que delinquen en varias zonas del norte del departamen­to.

- Por RICARDO MONSALVE GAVIRIA CORTESÍA

El dolor de cabeza llamado disidencia­s de las Farc en Antioquia sigue creciendo. Las autoridade­s, lideradas por el gobernador del departamen­to, Luis Pérez Gutiérrez, confirman que no solo cuentan con más integrante­s, si no que ya tienen las mismas prácticas ilegales que ejercían cuando hacían parte de la antigua guerrilla: extorsión, instalació­n de minas antiperson­al, reclutamie­nto de menores de edad, desplazami­entos, homicidios, entre otros.

EL COLOMBIANO confirmó con la Fuerza Pública que estas disidencia­s del frente 36, encabezada­s por Ricardo Abel Ayala, alias Cabuyo, que tenía cerca de 30 miembros cuando empezaron a delinquir hace menos de un año, ahora tienen al menos 285 integrante­s divididos en cinco comisiones, un número superior al de cualquier frente de las antiguas Farc que operaba en Antioquia (5, 18, 36, 57 y 34) antes del proceso de paz con el Gobierno.

“Esta gente está instalando nuevamente minas antiperson­al a diestra y siniestra. Tenemos informació­n que cada disidente lleva un fusil y una mina. Solo en la vereda El Torrente, de Ituango, este año tenemos siete civiles y dos militares afectados por este tipo de explosivos. Estas disidencia­s están en un proceso acelerado de crecimient­o, de armarse, de delinquir y crecer usando la violencia”, aseveró el gobernador.

El aumento en el personal, según algunos investigad­ores judiciales, se debe a varios factores: reclutamie­nto forzado incluso de niños, una posible alianza con el grupo criminal los Caparrapos desde el Bajo Cauca, y también con la organizaci­ón delincuenc­ial integrada al narcotráfi­co, Pachelly, que estaría encargada de las extorsione­s en la zona urbana del municipio de Ituango.

“La gente de Cabuyo ha tenido contactos con los Caparrapos para recibir un refuerzo de personal, esto con la idea de combatir al Clan del Golfo. Nos dimos cuenta que ya había llegado gente de Bajo Cauca a Briceño porque hace poco, en un operativo del Ejército, fue capturado un inte-

grante de las disidencia­s quien estaba reseñado como integrante de los Caparrapos en Puerto Valdivia”, dijo uno de los investigad­ores.

Mientras que con la banda Pachelly, muy reconocida por su accionar delincuenc­ial en el norte del Área Metropolit­ana y otros municipios del oriente y norte de Antioquia, las autoridade­s tienen pistas certeras que los vinculan con las disidencia­s en un caso de secuestro de un empresario en el municipio de Ituango, liberado a principios de 2018 por los delincuent­es luego de un pago de aproximada­mente 300 millones de pesos.

Además, según varios desmoviliz­ados, (en los últimos meses han sido por lo menos cuatro), “Cabuyo”, ya también tiene en sus filas a exguerrill­eros de los extintos frentes 18, desmoviliz­ado en Ituango, y del 5, cuyos excombatie­ntes dejaron sus armas en Dabeiba.

Extorsione­s

Aunque desde la Gobernació­n afirman que el narcotráfi­co es el principal susten- to de las disidencia­s de las Farc en el norte de Antioquia, no descartan que la extorsión a campesinos, comerciant­es y aparenteme­nte a empresas que prestan sus servicios al proyecto Hidroituan­go, ayuda en gran parte al sostenimie­nto de esa estructura armada ilegal.

“Supimos que están exigiendo un porcentaje a los labriegos que reciben dinero mensual del Gobierno por la sustitució­n de cultivos de uso ilícito”, afirmó Luis Pérez.

Hace una semana, en la vereda La Quiebra del municipio de Briceño, el Ejército evitó el pago de una extorsión de 500 millones de pesos que al parecer realizaría un contratist­a de una empresa de energía a las disidencia­s del frente 36.

“En desarrollo de la operación militar muere alias Hernán, designado por Cabuyo para cobrar extorsione­s a la población civil del área general de Briceño y a los comerciant­es y contratist­as de empresas en esa zona del norte de Antioquia. Así mismo, resultó herido uno de sus escoltas”, aseguró la Cuarta Brigada en un comunicado.

Unos días después, entre los municipios de Briceño e Ituango, la gente de “Cabuyo” dio a conocer un panfleto en el que amenazan al personal de diferentes empresas contratist­as que laboran en la región por el no pago de supuestas extorsione­s.

Este diario se comunicó

con EPM e Intercolom­bia, que serían algunas de las empresas afectadas por las acciones ilegales de las disidencia­s y aunque no desmintier­on la informació­n, sus equipos de prensa afirmaron que todo se está canalizand­o por medio del Ejército y la Gobernació­n de Antioquia.

“No tenemos informació­n de que estas empresas estén pagando extorsione­s (...), la relación ahora de la Gobernació­n y estas entidades es de cuidado total, ya se activaron protocolos sobre el tema”, explicó Victoria Eugenia Ramírez, secretaria de Gobierno departamen­tal.

A esta situación se le suma la quema de un helicópter­o que prestaba sus servicios a Hidroituan­go en el Valle de Toledo, municipio de Toledo, el pasado 23 de junio, y tres días después se registró la incineraci­ón de maquinaria amarilla en el municipio de San Andrés de Cuerquia, también en el norte de Antioquia.

Aunque las autoridade­s afirmaron que en el caso de la aeronave afectada se trató de un descuido de seguridad por parte de la empresa que la operaba, en ambos casos no se descarta una relación con la exigencia de extorsione­s.

A los anteriores hechos se suma la versión de investigad­ores que afirman que un mandatario local de un municipio del Norte de Antioquia pagó una extorsión de 20 millones de pesos a “Cabuyo” y su grupo armado ilegal.

Ante este panorama, las disidencia­s del frente 36 de las Farc, se convierten, según los cálculos de las mismas autoridade­s, en el segundo grupo armado ilegal rural más grande en Antioquia, sobrepasan­do al Eln, pero todavía detrás del Clan del Golfo

 ?? FOTO ?? Las disidencia­s de las Farc han impuesto medidas de control social y de movilidad a los habitantes de varias veredas de Briceño e Ituango. La población civil denuncia las afectacion­es.
FOTO Las disidencia­s de las Farc han impuesto medidas de control social y de movilidad a los habitantes de varias veredas de Briceño e Ituango. La población civil denuncia las afectacion­es.
 ?? Fuente: Ejército. Infografía: EL COLOMBIANO © 2018. RR (N4) ??
Fuente: Ejército. Infografía: EL COLOMBIANO © 2018. RR (N4)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia