ESTADO DE CALLE DESVALIDO
Promover un rescate para los menores en estado de vulnerabilidad, resulta siendo siempre algo subjetivo en la sociedad, pues no está claro si en algún momento se le podrá cumplir con esto a las personas que lo anhelan; la sociedad cada día se compone más por niños y jóvenes en estado de calle.
Hace un tiempo han rondado noticias sobre los menores que van siendo rescatados de las calles, estos pasan los diversos tratamientos en hospitales mentales. Fue un acto significativo, sin embargo, no ha alcanzado a llenar expectativas, pues se habla de que, habiendo tantos niños y jóvenes en dicho estado, “¿por qué solo a unos cuantos?’’.
Incógnitas con sentido, otras con muchas falencias de entrada. No se debe persuadir el hecho de que claramente aún hay muchos menores en las calles, es algo innegable, pero es un proceso largo el tratar de que todos o la gran mayoría ceda a cambiar su estilo de vida, que bien o mal, fue al que se vieron sometidos.
Los gustos y los pensamientos del ser humano varían constantemente, se desea algo un día, y al siguiente puede caer drásticamente en el olvido; así funcionamos con todo, se dio un paso, ahora son menos personas en estado de calle y con una ayuda garantizada, pero, continúan los desacuerdos en cuanto a la calidad de vida que se les puede ofrecer en los sitios de ayuda.
Nos idealizamos un mundo sin delincuencia, sin droga en las calles como si fueran dulces, sin guerra, pero a veces por no comprender que “no es un día más, sino un día menos’’, dejamos pasar la vida poniendo peros en situaciones lamentables como lo es esta. Pero, siempre por algo se empieza, y no podemos ignorar lo que hasta hoy se ha conseguido en el trabajo de restitución de derechos para los menores.
Día a día se trabaja para que sean más niños y jóvenes los que entren a procesos de rescate y a la asignación de entidades que los ayuden; por ahora queda apoyar a los que han salido del estado vulnerable y hacer ruego para que el avance con los demás que necesitan ayuda sea ligero y verdadero
Aún hay muchos menores en las calles, pero es un proceso largo el tratar de que cedan a cambiar su estilo de vida.