Concejales piden revisar contrato de Hidroituango
El principal reparo lo hacen a la tarea de remoción vegetal como presunta causa de la emergencia. Para EPM no hay relación.
Dos palabras fueron recurrentes, ayer, por parte de concejales de Medellín a EPM: respaldo y revisión de contratos en Hidroituango. La solicitud de los corporados fue la de precisar lo sucedido con la capa vegetal (madera) producto de la tala de árboles para levantar la obra y los detalles de la interventoría y desarrollo del proyecto.
La crisis que vive el megaproyecto hidroeléctrico, desde el pasado 28 de abril, sigue sin superarse, aunque los trabajos para solucionar la emergencia avanzan a buen ritmo. También, aclararon directivas, habrá repercusiones por la coyuntura que obligarán, luego de un riguroso análisis, a la toma de determinaciones financieras con respecto al futuro de EPM.
El primer cuestionamiento, durante un debate que duró casi nueve horas, lo hizo la concejala Luz María Múnera, quien reveló una supuesta advertencia de EPM al contratista, previa a la emergencia, para que realizara la remoción de la capa vegetal extraída del proyecto, lo que, aseguró, se incumplió y propició el colapso del túnel de desvío generando el represamiento aguas arriba del proyecto.
“Había que recoger del río, no lo que decían que venía del Valle del Cauca. Es que se quitó la capa vegetal y la tiraron al Cauca y esto es lo que hace que se tapone el conducto y lo que generara la emergencia”, señaló la concejal Múnera.
Sobre ese mismo contrato de remoción de masa vegetal, la concejal María Paulina Aguinaga dijo que había dudas de si fue lo que ocasionó dicho taponamiento del túnel.
“Un informe de auditoría de marzo de este año, dice que EPM anunció que esa situación era uno de los riesgos que tenía el proyecto, pues la empresa solo sacó la licitación hasta septiembre y las contrataciones las hizo para el 57 % del total de hectáreas que exigía la Anla (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales)”, aseveró.
Aguinaga añadió que otro agravante dentro de la labor de remoción de esa capa vegetal ocurrió porque “una parte del contrato se le dio a una persona natural (el 47 % era de una empresa)”.
Causa improbable
Desde el punto de vista de Johel Moreno, expresidente de la Sociedad de Arquitectos e Ingenieros de Antioquia (SAI), es poco probable el taponamiento del túnel debido a la cantidad de troncos de árboles y demás elementos vegetales.
“Hay una cadena de incumplimientos de contratos en la remoción de biomasa, en la medida en que se fue talando la vegetación se debió recoger para no lanzarla al pulso del río. Ahora, no creo que esos palos hayan obstruido, pues es un túnel amplio: 14 metros de ancho y lo mismo de altura, y por ahí cabe un árbol”, destacó.
Subrayó que los diseños de los túneles no tuvieron los estudios para que se forraran las superficies y garantizaran que el fluido fuera más veloz. Consideró que el error principal estuvo en el cierre, antes del llenado de la presa, de los túneles auxiliares (dos). Quién decidió taponarlos con bloques de concreto macizo y construir un tercer túnel de desviación, eso nunca estuvo en el cronograma de obra y no se blindaron acorde a la inestabilidad”, enfatizó.
Investigación tomará tiempo
Respecto a la supuesta comunicación en la que EPM advertía el riesgo por la capa vegetal, Jorge Londoño de la Cuesta, ge- mil m3 de residuos flotantes se han extraído, según EPM, de Hidroituango.
rente general de EPM, reiteró que la emergencia sucedió el 28 de abril por los motivos ya conocidos. La empresa indicó que remueve, diariamente, el material flotante que trae el río Cauca al espejo de agua del embalse. No obstante, recordó que en camino viene una investigación de “causa raíz”, que arrojará información más precisa de lo sucedido.
“A partir de agosto tendremos contratadas personas externas para hacer análisis de causa raíz del problema. La información que tenemos no nos permite concluir rotundamente nada. Pero vamos a poner todos los datos de diseños, ejecución, contratos, interventoría para que hagan análisis. Eso también toma varios meses”, apuntó.
Londoño de la Cuesta explicó que ese estudio de causas del problema será realizado por expertos independientes e internacionales y, de los resultados, las empresas asegurado-
ras definirán el monto y los tipos de cobertura que harán de lo sucedido en Hidroituango.
“Lo que sí se sabe es que por la complejidad de los seguros tampoco se va resolver pronto: tomará más de un año. Apenas estamos allegando información para determinar qué tipo de pagos podemos esperar”, enfatizó.
Implicaciones financieras
Otro de los puntos tocados en el debate de control político a EPM, fue el de las repercusiones económicas que traerá la emergencia y los caminos que la empresa debe tomar.
Para el concejal Bernardo Alejandro Guerra, la empresa debió desinvertir en Une (en la que participa con el 50 %) y se deben revisar inversiones como las que se tiene en Oruro (Bolivia), Adasa (Chile) y Gas Oriente.
“El escenario de desinversión debe ser definitivo. No hay otra manera de salvar el proyecto. Aseguradores de riesgo dicen que es el momento, no de que le entregue réditos al Municipio de Medellín, sino que este le ayude a EPM”, acotó y concluyó que los impactos estimados, entre 2018 y 2022, en caja son de $9,6 billones, “lo que traerá muchas dificultades al próximo alcalde”