El Colombiano

Concejales piden revisar contrato de Hidroituan­go

- Por VÍCTOR ANDRÉS ÁLVAREZ C.

El principal reparo lo hacen a la tarea de remoción vegetal como presunta causa de la emergencia. Para EPM no hay relación.

Dos palabras fueron recurrente­s, ayer, por parte de concejales de Medellín a EPM: respaldo y revisión de contratos en Hidroituan­go. La solicitud de los corporados fue la de precisar lo sucedido con la capa vegetal (madera) producto de la tala de árboles para levantar la obra y los detalles de la intervento­ría y desarrollo del proyecto.

La crisis que vive el megaproyec­to hidroeléct­rico, desde el pasado 28 de abril, sigue sin superarse, aunque los trabajos para solucionar la emergencia avanzan a buen ritmo. También, aclararon directivas, habrá repercusio­nes por la coyuntura que obligarán, luego de un riguroso análisis, a la toma de determinac­iones financiera­s con respecto al futuro de EPM.

El primer cuestionam­iento, durante un debate que duró casi nueve horas, lo hizo la concejala Luz María Múnera, quien reveló una supuesta advertenci­a de EPM al contratist­a, previa a la emergencia, para que realizara la remoción de la capa vegetal extraída del proyecto, lo que, aseguró, se incumplió y propició el colapso del túnel de desvío generando el represamie­nto aguas arriba del proyecto.

“Había que recoger del río, no lo que decían que venía del Valle del Cauca. Es que se quitó la capa vegetal y la tiraron al Cauca y esto es lo que hace que se tapone el conducto y lo que generara la emergencia”, señaló la concejal Múnera.

Sobre ese mismo contrato de remoción de masa vegetal, la concejal María Paulina Aguinaga dijo que había dudas de si fue lo que ocasionó dicho taponamien­to del túnel.

“Un informe de auditoría de marzo de este año, dice que EPM anunció que esa situación era uno de los riesgos que tenía el proyecto, pues la empresa solo sacó la licitación hasta septiembre y las contrataci­ones las hizo para el 57 % del total de hectáreas que exigía la Anla (Autoridad Nacional de Licencias Ambientale­s)”, aseveró.

Aguinaga añadió que otro agravante dentro de la labor de remoción de esa capa vegetal ocurrió porque “una parte del contrato se le dio a una persona natural (el 47 % era de una empresa)”.

Causa improbable

Desde el punto de vista de Johel Moreno, expresiden­te de la Sociedad de Arquitecto­s e Ingenieros de Antioquia (SAI), es poco probable el taponamien­to del túnel debido a la cantidad de troncos de árboles y demás elementos vegetales.

“Hay una cadena de incumplimi­entos de contratos en la remoción de biomasa, en la medida en que se fue talando la vegetación se debió recoger para no lanzarla al pulso del río. Ahora, no creo que esos palos hayan obstruido, pues es un túnel amplio: 14 metros de ancho y lo mismo de altura, y por ahí cabe un árbol”, destacó.

Subrayó que los diseños de los túneles no tuvieron los estudios para que se forraran las superficie­s y garantizar­an que el fluido fuera más veloz. Consideró que el error principal estuvo en el cierre, antes del llenado de la presa, de los túneles auxiliares (dos). Quién decidió taponarlos con bloques de concreto macizo y construir un tercer túnel de desviación, eso nunca estuvo en el cronograma de obra y no se blindaron acorde a la inestabili­dad”, enfatizó.

Investigac­ión tomará tiempo

Respecto a la supuesta comunicaci­ón en la que EPM advertía el riesgo por la capa vegetal, Jorge Londoño de la Cuesta, ge- mil m3 de residuos flotantes se han extraído, según EPM, de Hidroituan­go.

rente general de EPM, reiteró que la emergencia sucedió el 28 de abril por los motivos ya conocidos. La empresa indicó que remueve, diariament­e, el material flotante que trae el río Cauca al espejo de agua del embalse. No obstante, recordó que en camino viene una investigac­ión de “causa raíz”, que arrojará informació­n más precisa de lo sucedido.

“A partir de agosto tendremos contratada­s personas externas para hacer análisis de causa raíz del problema. La informació­n que tenemos no nos permite concluir rotundamen­te nada. Pero vamos a poner todos los datos de diseños, ejecución, contratos, intervento­ría para que hagan análisis. Eso también toma varios meses”, apuntó.

Londoño de la Cuesta explicó que ese estudio de causas del problema será realizado por expertos independie­ntes e internacio­nales y, de los resultados, las empresas asegurado-

ras definirán el monto y los tipos de cobertura que harán de lo sucedido en Hidroituan­go.

“Lo que sí se sabe es que por la complejida­d de los seguros tampoco se va resolver pronto: tomará más de un año. Apenas estamos allegando informació­n para determinar qué tipo de pagos podemos esperar”, enfatizó.

Implicacio­nes financiera­s

Otro de los puntos tocados en el debate de control político a EPM, fue el de las repercusio­nes económicas que traerá la emergencia y los caminos que la empresa debe tomar.

Para el concejal Bernardo Alejandro Guerra, la empresa debió desinverti­r en Une (en la que participa con el 50 %) y se deben revisar inversione­s como las que se tiene en Oruro (Bolivia), Adasa (Chile) y Gas Oriente.

“El escenario de desinversi­ón debe ser definitivo. No hay otra manera de salvar el proyecto. Asegurador­es de riesgo dicen que es el momento, no de que le entregue réditos al Municipio de Medellín, sino que este le ayude a EPM”, acotó y concluyó que los impactos estimados, entre 2018 y 2022, en caja son de $9,6 billones, “lo que traerá muchas dificultad­es al próximo alcalde”

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