¡A RESPETAR SE DIJO!
Actualmente el panorama de los asesinatos de líderes sociales, defensores de derechos humanos, excombatientes de las Farc-ep y sus familiares no es el más favorable para el país. Gran parte de los colombianos han mostrado rechazo frente a este tipo de actos violentos, por eso el pasado 6 de julio se convocó a una velatón nacional.
Pero el problema no radica solamente en la muerte de líderes, y en que todos nos tengamos que indignar como seres humanos, el mayor obstáculo que no nos permite detener la ola de asesinatos es la división entre los simpatizantes de algunos partidos políticos de Colombia. El enfrentamiento constante por redes sociales, la difusión de noticias falsas, los insultos y la lucha persistente por mostrar quien tiene la razón nos han devuelto a los primeros inicios del hombre, solo que ahora la guerra tiene espacio en las plataformas digitales.
Para cambiar el país se necesitan personas que sin importar que preferencia política tengan, sepan dialogar y construir paz, se necesitan ciudadanos que en vez de transgredir ideologías hagan resistencia coherente y pacífica. Si se quiere castigar al asesino, no se puede ser incoherente y castigar con los mismos actos de violencia. Quien se indigne con una muerte y responda con piedras no está más que reproduciendo hechos que para la moral humana son atroces.
Colombia ha estado por más de cincuenta años en guerra, no solo son las fuerzas armadas en el campo, también en las ciuda- des se viven conflictos como pasó en la Comuna 13 de Medellín, que este año ha vuelto a presentar denuncias y a todo esto haga la suma de las veces que entre ciudadanos nos faltamos al respeto por pensar diferente.
Las muertes de estas personas no solo nos deben causar indignación, sino un senti- miento de amor hacia el otro. No importa si preferimos el Centro Democrático, la Colombia Humana o Alianza Verde, se trata de que somos seres humanos con derechos que debemos hacer respetar y valer. Cada vez somos más voces que a través del diálogo y el argumento queremos hacer de Colombia el país que soñamos, cada vez somos más los que queremos destruir armas con palabras. Actuemos frente a lo que está ocurriendo, pero actuemos con respeto y exigiendo la verdad
Quien se indigne con una muerte y responda con piedras no está más que reproduciendo hechos atroces para la moral humana.
* Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.