WABI-SABI
¿Cómo ha evolucionado su propuesta desde su primera presentación en Colombiamoda? “Yo empecé en 2013, y todo fue muy espontáneo, no era algo que tuviera planeado. Surgió por muchas cosas, entre ellas, un premio por el que me ofrecieron un desfile y por el que me comenzaron a llamar de tiendas. Así fui desarrollando la marca hasta que llegué a El Cubo, el espacio para las nuevas propuestas. Cada año he ido creciendo paso a paso, pasando por Non-Stop, todo se ha ido mejorando, los acabados, las puestas en escena, cada cosa”.
¿Cuál es ahora el ADN de la marca? ¿Cómo se la contaría a quién no conoce su propuesta? “El Cuero manual es lo que he desarrollado desde el comienzo y con él he pasado por todas las técnicas. Cualquier tema que presente viene acompañado de cuero y trabajo manual, esa es la esencia también de esta colección”.
¿Cómo surgió esta nueva propuesta? “Cada colección está muy conectada con algo muy personal. Esta vino después de un proceso grande que hice en el que cambié mi forma de vida y me transformé. Está inspirada en el término japonés wabi-sabi, que es la belleza de la imperfección. Mi material siempre es el cuero y las técnicas que uso son a mano. Esta vez escogí cueros envejecidos, rasgados, que expresan el paso del tiempo. Las siluetas son muy holgadas, obedeciendo a lo que pasa ahora en la moda, gente buscando la comodidad y la simplicidad. Y aunque es cuero, la colección tiene una atmósfera orgánica. Es un trabajo muy minucioso y hecho en el taller por muchas personas. Esta vez hubo siete looks masculinos, es la primera pasarela en la que lo muestro”.