El Colombiano

El metro alivia largas filas con recargas de la Cívica por Internet

La estrategia para comprar saldo vía web recaudó más de $1.000 millones desde que comenzó a funcionar.

- Por DIEGO ZAMBRANO BENAVIDES

Sin necesidad de hacer filas o tener que enfrentars­e a las congestion­es en horas pico en las estaciones del metro de Medellín, los usuarios del sistema acogieron la alternativ­a para recargar el saldo de la Tarjeta Cívica por Internet.

La estrategia, que funciona desde el pasado 12 de marzo, ya recaudó hasta el miércoles 25 de julio, un total de $1.047 millones, una cifra que se ubicó por encima de las expectativ­as de la empresa, toda vez que en los cálculos estimaron llegar a ese número solo hasta finales de 2018.

Para usar este método, los ciudadanos que tienen una Cívica personaliz­ada solo deben acceder a la página web del Metro, donde encontrará un botón de recarga de la tarjeta y ahí pueden comprar saldo desde $5.000 a $99.000 en una sola transacció­n; en varias operacione­s al día podrán llegar hasta $1 millón a través del sistema de pago PSE.

El jefe de servicio al cliente del Metro, Juan David Parra, destacó esta alternativ­a que se sumó a los 1.600 puntos externos —en locales comercia- les— que hay en todo el Valle de Aburrá para este fin.

“Permite tener mayor control sobre el saldo, de los movimiento­s en el día, actualizar los datos personales e incluso bloquear la tarjeta en caso de pérdida. Pero lo fundamenta­l es descongest­ionar las estaciones del sistema y facilitarl­es los tiempos a las personas”, agregó.

Según los registros de la empresa, 2.200.000 personas cuentan con una Cívica personaliz­ada y pueden hacer uso de esta alternativ­a. Por fuera se quedarían otros 590.000 que la tienen al portador, y el resto de viajeros que usa aquellas de un solo trayecto.

Recepción de los usuarios

Una de las dificultad­es es que cuando el usuario compra por Internet, al igual que sucede con el convenio de débito automático con Bancolombi­a, primero debe pasar la tarjeta por una máquina lectora de saldo porque de lo contrario las recargas no quedan activadas.

Jennifer Solórzano, empleada de la Universida­d de Medellín que viaja al menos 20 veces a la semana en tranvía y metroplús, comentó que falta afinar este deta- lle, porque de lo contrario solo se está trasladand­o la fila de la taquilla a las máquinas lectoras de saldo y pierde sentido usar el método de la página web.

“Sin embargo, sigue siendo una facilidad que se agradece, así uno no tiene necesidad de sacar efectivo y puede hacer la compra desde la casa. Por ejemplo, para la línea 2 del metroplús que muchas paradas son en la calle, sin dónde recargar, es un alivio”, dijo.

Otro de los inconvenie­ntes, indicó Daniel Martínez, es-

tudiante de la Universida­d de Antioquia, es que la ventana virtual de recargas a través de PSE a veces no funciona.

“Aún así, cuando está disponible, a mí que viajo todos los días de la semana, me ahorra entre 15 y 20 mi-

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