Fórmulas útiles para enfrentar el problema
1. Debe aumentarse la frecuencia de actualización del mapa de ruido y enfocarse en los sectores más neurálgicos. 2. Se necesita de un sistema de monitoreo más robusto. (Actualmente hay tres estaciones de monitoreo y lo ideal sería un sistema similar al del monitoreo del aire). 3. Se requieren más herramientas legales para que las autoridades puedan tomar medidas eficientes contra el ruido como se hace con la contaminación de gases, que incluso permite inmovilizar vehículos. 4. Se deben establecer unas “Zonas Calmadas” en la ciudad, asociadas al concepto de “zonas de bajas emisiones”. Así se podrían recuperar como zonas de descanso algunos puntos de la ciudad que necesitamos densificar, como el centro y la ribera. (Escenarios como Parques del río cumplen esta función). 5. Se necesitan estudios de salud sobre el impacto del ruido, para concebirlo como un tema de salud pública importante en la evaluación del impacto ambiental. 6. Actualmente no es fácil controlar el ruido de las fuentes móviles. Por eso debemos crear instrumentos para restringir y regularlo en las vías. 7. Crear el Día del Silencio, como una jornada para hacer reflexiones sobre la importancia de la calma, ya que estamos en un problema cultural, los propios niños en los colegios pueden ir entendiendo que el silencio y la serenidad son necesarios. 8. Promover la conducción ecoeficiente. Hay formas de manejar vehículos que son más ruidosas, gastan más combustible, contaminan más y dañan más los motores. Deberíamos hacer énfasis en los conductores de transporte público y transporte pesado. (Los vehículos eléctricos, por ejemplo, generan menos ruido. Controlar el exceso de pito innecesario).