LA CONSULTA ERA DE TODOS
Las reacciones no se hicieron esperar tras conocerse los resultados de la Consulta Anticorrupción. Los comentarios agresivos, llenos de odio y desesperanza abundaron en redes sociales y conversaciones particulares. Millones de colombianos se sintieron defraudados por no alcanzar el umbral y salieron a despotricar de sus compatriotas que no acudieron a las urnas, acusándolos de “ignorantes”, “indiferentes”, “corruptos”.
Señalar ha resultado una alternativa fácil para explicar las causas de los problemas nacionales. Pero son pocas las veces que se acude a la autocrítica y la reflexión.
La Consulta Anticorrupción fue una iniciativa que, si bien era liderada por reconocidos senadores, representantes y políticos, requería del apoyo ciudadano para que tuviera resonancia en todo el país y la población se movilizara.
Al no haber publicidad, reposición de votos, ni beneficios políticos, la campaña de pedagogía fue compleja. Con recursos escasos y con la convicción de querer transformar la política colombiana, 33 comités promotores se inscribieron para incentivar la participación. Pero no dieron abasto para acercarse a los más de 36 millones de electores. A su vez, los colombianos se quedaron esperando que grandes líderes políticos salieran a las calles a repartir volantes y convocar a la sociedad y explicar, punto por punto, en qué consistía la consulta.
Por el contrario, son pocos los que votaron a favor de la Consulta el domingo y hoy miran al pasado para preguntarse en qué fallaron. Preguntas como ¿se hizo suficiente pedagogía? ¿Salieron suficientes personas a las calles a promover la votación? ¿Se inundaron las redes sociales con imágenes apoyando la campaña? ¿Se habló del tema con familia, amigos y colegas? Son imprescindibles para mirar qué más se pudo haber hecho por parte de la ciudadanía.
Los que no salieron a votar quizás no tenían suficiente in- formación sobre este mecanismo democrático; o no reconocían la importancia de hacerlo, aunque no haya beneficios como el certificado electoral. De ahí que no se pueda tratar en tan malos términos a los que están por fuera de esos casi 12 millones de votos.
Los colombianos no podemos seguir esperando que los políticos sean los que convoquen hacia las grandes transformaciones. En la medida en que nosotros mismos hagamos política en el día a día, podrá existir un país mejor
* Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.
No podemos seguir esperando que sean los políticos los que convoquen a los cambios.