Tras Rusia, cómo se ha comportado costo de futbolistas nacionales.
Ayer, al cierre de las transferencias internacionales, los cambios más destacados son: Santiago Arias, al Atlético; Yerry Mina, al Everton, David Ospina al Nápoles y Jefferson Lerma al Bournemouth.
Tener una buena figuración en los siete eventos internacionales de clubes y selecciones, llámese Mundial, Copa Libertadores, Sudamericana, Champions, Uefa League, Eurocopa y Copa América hace que los jugadores aumenten su cotización en el mercado de pases del fútbol internacional.
Prueba de ello es que tras la Copa Mundo de Brasil-2014, varios futbolistas colombianos subieron su valor y llegaron a equipos de Inglaterra, Italia y España, destacando la transferencia del volante James Rodríguez, goleador de ese torneo, con 6 tantos, al Real Madrid, por un valor de 80 millones de euros (unos 264.000 millones de pesos en aquel momento), así como el traspaso del arquero David Ospina, al Arsenal de Inglaterra (5.7 millones de dólares, unos 16.604 millones de pesos), y en enero de 2015 el de Juan Guillermo Cuadrado, al Chelsea inglés (25.000 millones de dólares, cerca de 72.825 millones de pesos).
La pregunta que surge hoy es: ¿sucede lo mismo tras el pasado Mundial de Rusia-18? Este fenómeno va ligado a los resultados. Y como a Colombia no le fue bien, al quedar eliminada en segunda ronda, los negocios con sus jugadores han escaseado. Solo algunos mejoraron su valor y ficharon por ligas de mayor prestigio.
En la actualidad, y de acuerdo con Transfermarkt (página especializada en cotizaciones y
transferencias), diez de los 23 colombianos que estuvieron en Rusia aumentaron su valor comercial; seis bajaron.
El que más subió su cotización fue Jefferson Lerma, quien
pasó de 2 millones de euros a 28 (casi 100 mil millones de pesos colombianos), seguido por Juan Fernando Quintero, quien pasó de 3.5 millones de euros a 6.5 (unos $21.450 millones) gra- cias a su gol y a los 310 minutos que sumó en el Mundial.
En la lista de cuyos pases no registraron alzas están Carlos Bacca (91 minutos jugados en Rusia, sin gol), Abel Aguilar (32’), Carlos Sánchez (172’ y una tarjeta roja) y Radamel Falcao García (377’ y un gol), al igual que Luis Fernando Muriel, quien tiene 27 años de edad, y jugó 91 minutos.
David y Abel, hombres claves para José Pekerman, ficharon, finalmente, con el Nápoles de Italia y el Dallas de Estados Unidos.
Para Alex Ríos, agente de jugadores, los valores de cotización de los integrantes de la Tricolor se mantienen luego del Mundial, aunque reconoce que el no haber igualado o superado lo hecho en la campaña de Brasil-2014, generó desinterés por algunos de ellos.
“Lo que pasa es que los clubes tienen en cuenta varios aspectos que evalúan al momento de buscar un jugador: principalmente los mueve el desempeño en el Mundial o en torneos grandes, pero también pesan temas como los minutos jugados, la edad, el rendimiento y el status del club en el que militan”, dice.
Y agrega que, cuando Atlético Nacional fue campeón de la Copa Libertadores en 2016 registró la venta de siete jugadores ( Marlos Moreno, Sebastián Pérez, Jonathan Copete, Alexánder Mejía, Dávinson
Sánchez, Miguel Ángel Borja y
Alejandro Guerra) gracias al desempeño en ese torneo.
Por eso, en la actualidad los que más brillaron con Colombia son los que más sonaban para llegar a Inglaterra, Italia, España, Alemania o Francia, principales mercados a los que apuntan los
colombianos. Los técnicos Carlos Navarre
te y Gabriel Jaime Gómez expresan que un Mundial es una gran vitrina para cualquier jugador y por eso, estar entre los convocados, hace que su valor se eleve.
“Figurar entre los jugadores de las 32 selecciones hace que estés en lo más élite del fútbol mundial y por ello el valor de cada uno crece”, indica el primero. “Estar en la nómina que va al Mundial hace que ya tengas un valor agregado, por eso todos se cotizan”, indica el segundo.
La edad también es clave
Este es otro de los aspectos a tener en cuenta, ya que influye a la hora de las transferencias, pues no es lo mismo contratar un futbolista que supera los 30 años o uno que está en la franja de 18-30 años de edad.
Ríos advierte que los que están entre 23-28 son más buscados pues están en plenitud de condiciones en relación con quienes apenas llegan y deben hacer procesos o quienes, a pesar de ser referentes, van de salida