¡VUÉLVANSE SERIOS, CARAJO!
A medida que pasan los días quedamos más desconcertados con ciertas actuaciones de algunas personas e instituciones involucradas en la lamentable situación del proyecto Hidroituango.
Como si no fuese un problema muy grave y con consecuencias todavía difíciles de establecer con exactitud, además tenemos que aguantarnos comportamientos de quienes supuestamente son personas de altos niveles de responsabilidad y jerarquía que más bien parecen niños pequeños con egos enormes, echándose culpas y destinando energías a lo que no es prioritario por ahora. Que como usted me dijo aquello, entonces yo le digo esto; y como usted me dijo esto porque yo le dije aquello, entonces yo lo demando; y como usted me demanda porque yo le dije esto porque usted me dijo aquello, entonces yo lo demando también.
Váyanse a la porra si esto les quedó grande.
Todavía son inciertas y seguramente serán incompletas las posibles soluciones, para que los encargados de las instituciones involucradas, y los que no lo son pero se están aprovechando de la situación para beneficio personal, estén dando espectáculos lamentables y dejando la sensación que están más interesados en no quedar en la lista de culpables, que en trabajar “conjuntamente” para salir lo menos mal posible de tan delicada situación.
Demuestren grandeza, que para eso los escogieron.
Nadie está diciendo que no defiendan los intereses de sus instituciones y sus prestigios personales, ni que no se sepa la verdad y paguen las consecuen- cias quienes hayan tenido que ver con ello, pero ¿de verdad creen que eso es lo que Antioquia les está pidiendo? Para definir culpables llegará su momento.
Ahora deberían estar usando las neuronas que tengan, trabajando “JUNTOS” para aminorar los muchos y graves efectos que esta difícil circunstancia tendrá sobre este departamento los próximos años.
Es una vergüenza ver a periodistas y concejales encubiertos en su tarea incuestionable de control político, mostrando su naturaleza carroñera y como indignados denunciantes del asunto, pero con ninguna o con estúpidas e irresponsables soluciones, haciéndose notar y aprovechando la coyuntura para vender sus teorías recalentadas y mamertas de asuntos que tienen poco o nada que ver con el problema específico. Todo un reto a la paciencia resulta ver una sesión del Concejo, en el que argumentos patéticos, fundados no en hechos y estudios definitivos sino en suposiciones, llegan a amañadas conclusiones.
Queremos y exigimos verlos “JUNTOS”, usando sus capacidades en las “solucionáticas” y no en las “problemáticas”, luego que se determinen con exactitud, amplitud y certeza todos los hechos, y no que cada uno esté haciendo juicios con el “estudio” particular que dicen tener. ¿Será que los ciudadanos no tenemos derecho a exigir que haya una sola investigación seria y concluyente que todas las partes acepten? y no lo que estamos viendo, que cada uno dice tener el “estudio” que lo explica todo y que el estudio del otro no es confiable porque lo pago él o cualquier otra pendejada.
¡Vuélvanse serios, carajo!