Marcha no escapó a la injerencia de líderes políticos
Sectores estudiantiles criticaron que un sector político se apropiara de la tarima en Bogotá. ¿Se deslegitima la movilización?
La movilización que realizaron antier estudiantes de universidades públicas, con apoyo de varias privadas, no escapó del ambiente de polarización poselectoral. Hasta hace unos meses gran parte de ese sector integraba las bases de las campañas de Sergio Fajardo, Humberto de la Calle y Gustavo Petro.
En lugar de pedir más recursos para la educación superior al nuevo Gobierno, muchos marchantes se concentraron en arengas personales contra el expresidente Álvaro Uribe y el presidente Iván Duque, como ocurre en las marchas del Día del Trabajo.
Varios congresistas de la UP, Decentes- Colombia Humana y el Mais invitaron, en sus redes sociales, a marchar, pero también se hicieron presentes, incluso, transportaron sus consignas políticas en pasacalles, usando los logos de sus movimientos políticos.
Pero la polémica estalló luego de que el senador Gustavo Petro subiera a la tarima de la Plaza de Bolívar, donde se concentraron los estudiantes en Bogotá después de la movilización, e interviniera en contra del gobierno Duque.
Minutos después, en su cuenta de Twitter publicaron una fotografía de la multitud, con Petro en primero plano,
acompañada de la frase: “Agradezco este mensaje de apoyo a nuestra juventud colombiana”, como si se tratara de uno de sus actos de campaña.
Al respecto Petro dijo: “Los estudiantes con consignas pidieron que hablara en la plaza de Bolívar, sus organizadores me invitaron a tarima y dije además de defender la expansión de la educación superior que no queríamos apropiarnos del movimiento”.
“Se tomaron la marcha”
Aunque otros líderes políticos
también marcharon y quisieron intervenir, como los senadores Jorge Robledo (Polo Democrático) y Angélica Lozano (Alianza Verde), según Alejandro Palacio, representante estudiantil ante el Consejo Superior Universitario de la U. Nacional, la guardia indígena solo dejó subir a Petro.
El líder estudiantil precisó que la marcha no era de ningún político, sino de todos los indignados con lo que está pasando en las universidades públicas. “Es importante que los congresistas se preocupen
por lo que pasa, sin embargo, es más preocupante aún que solo se le haya permitido el espacio a un sector político”.
Andrés Úsuga, constitucionalista y docente universitario, sostuvo que la protesta estudiantil es válida, pero mientras sea utilizada por los partidos políticos para crearle crisis a los gobiernos, le quitan toda legitimidad, porque caen fácilmente en relatos sesgados.
“La marcha no solo estaba infiltrada de política sino que fueron organizados y movilizados por ciertos actores que
“No restan legitimidad”
En contraposición Pedro Piedrahita, docente de Ciencia Política de la U. de Medellín, afirmó que la participación de algunos políticos no le resta valor al movimiento estudiantil, pues las marchas son expresión de pluralidad política.
Añadió que así como algunos sectores se han apropiado de banderas como la seguridad, otro tienen banderas como la educación o la salud. “Esto hace parte de la dinámica natural de la democracia”.
Para Rubén Sánchez, docente de Ciencia Política de la U. del Rosario, la participación de partidos no le resta autonomía al movimiento. “No estamos en una democracia corporativa. La educación es un asunto público, por lo tanto político y los actores tienen el derecho de manifestarse”.
Desde el petrismo defendieron en redes su vinculación a la causa estudiantil