Migrantes hondureños avanzan hacia EE. UU.
Dispersas en grupos, unas 3.000 personas han atravesado El Salvador y parte de Guatemala para pedir refugio en Estados Unidos. El presidente Trump se opone a que entren al país. Explicamos la crisis.
La marcha de hondureños que va a EE. UU. ya llegó a la frontera sur de México.
En menos de 24 horas Glendy Hernández, miembro de la comunidad scalabriniana en Guatemala, ha atendido unos 3.000 hondureños que han llegado a la Casa del Migrante en la capital de ese país. Hacen parte de la caravana que partió de varias ciudades de Honduras el sábado pasado con rumbo a Estados Unidos.
“Cada par de minutos llegan grupos de unas 30 personas, con niños, ancianos, personas de todo tipo que atendemos dándoles tanto alimentos como psicológica y médicamente”, cuenta Glendy a EL COLOMBIANO. Agrega que las razones que manifiestan estas personas para desplazarse son el alto nivel de delincuencia y los bajos salarios en su país.
Una de las mujeres que ha llegado a esa casa es María Aguilar, de 49 años, quien se unió a la caravana junto a sus tres hijos y dos nietos pequeños, al ver un anuncio en televisión. “Emigrar no es un delito, uno quiere una vida mejor”, dijo a AFP.
Contra la voluntad de Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió ayer a la coyuntura, afirmando que Honduras y El Salvador “están haciendo muy poco para parar la gran cantidad de personas, incluyendo criminales”, que intentan llegar a su país.
El mandatario ha anunciado varias represalias ante la situación. En un principio, ad-
virtió un eventual retiro de apoyos económicos para Honduras y Guatemala. Ayer, mencionó la posibilidad de militarizar la frontera con México y anular el acuerdo comercial al que llegó con ese país hace menos de un mes.
José Luis Marín, profesor de derecho internacional de la Universidad de Medellín, explica que esta postura dura puede ser una forma de apro-
vechamiento político de la coyuntura. Esto, de cara a las elecciones legislativas en Estados Unidos en menos de dos semanas, donde el partido republicano se jugará parte de su gobernabilidad al intentar mantener la mayoría en el Congreso.
La presión parece haber tenido efecto, pues aunque inicialmente el estado mexicano de Chiapas anunció que recibiría a los migrantes, las autoridades mexicanas han reforzado con policías antimotines la frontera más cercana a la a ciudad de Tapachula. Además, advirtieron que cualquier persona que ingrese de forma irregular será deportada. Hoy, el secretario de estado estadounidense, Mike Pompeo, visitará México para evaluar la situación