CORRUPCIÓN La historia de corrupción que envuelve al exnuncio
Ettore Balestrero, reconocido como artífice de la venida del Papa, deberá responder por cargos de blanqueo de dinero.
Quien fue hasta el pasado 7 de julio nuncio apostólico en Colombia, el arzobispo italiano Ettore Balestrero, terminó envuelto en una trama de corrupción con la justicia de Italia, que lo acusa de un blanqueo de dinero estimado en casi cuatro millones de euros, según la Fiscalía de la ciudad de Génova.
El hecho por el que se le investiga habría ocurrido el 4 de septiembre de 2015, cuando aún figuraba como representante pontificio en el país. En esa fecha suscribe ante un notario colombiano una donación de casi cuatro millones de euros a favor de su hermano Guido Balestrero, empresario dedicado a las importaciones cárnicas.
Así lo reseña el diario italiano La Stampa, que recalca que la Fiscalía contempla que tal cantidad de dinero estaba relacionada con una enorme operación de contrabando ocurrida hace 20 años.
Para ello, toman como base la alarma generada por el banco central de la República italiana, Bankitalia, que advirtió anomalías en la operación.
Luego de realizar las pesquisas correspondientes, se encuentra una prueba de 1998, en la que la Policía detiene a un colaborador de los hermanos Balestrero.
Ese año se conoce de una operación de contrabando entre Italia, Argentina y España, en el que se acusan a importadores cárnicos de haber sobornado a funcionarios del Ministerio de Comercio italiano para obtener licencias para importar una cuota de carne argentina, a través de Madrid, superior a la permitida.
En ese entonces aparecen los nombres de los Balestrero (Guido y Gerolamo, hermano y padre del exnuncio) que negociaron con las autoridades, aunque de los dineros que habrían sacado de la operación no se supo más nada.
Así las cosas, las autoridades de la bota siguen el rastro de esa operación hasta una sociedad llamada Tamara, creada en un paraíso fiscal, las Islas Vírgenes británicas, con la presunta misión de ocultar el dinero. Para este punto, se logra establecer que el beneficiario de dichas operaciones fiscales irregulares a través de la financiera suiza Finimex es el arzobispo Ettore Balestrero, como revelan los documentos incautados por la Policía dos décadas atrás.
El diario La Stampa añade que en una diligencia de inte- rrogatorio, el exnuncio se declaró ignorante de las operaciones que se pudieran hacer a su nombre y negó las acusaciones de corrupción.
Después de figurar como el organizador de la visita del Papa Francisco a Colombia, Balestrero fue trasladado a la nunciatura apostólica en Kinshasa, República Democrática del Congo sin mayores explicaciones, en un movimiento que para los diarios italianos corresponde casi a un descenso de categoría y que por la situación, se considera un asunto delicado