CENTENARIO DE IGNACIO VÉLEZ ESCOBAR
El pasado 19 de octubre se cumplieron cien años del nacimiento de Ignacio Vélez Es
cobar, uno de los más importantes dirigentes antioqueños de todos los tiempos. Casado con Luz Londoño Villa, con ella tuvo 5 hijos: Guillermo Ricardo, Luz María, Lina, Ignacio y Margarita.
Médico sobresaliente de la Universidad de Antioquia, especializado en Estados Unidos, fundador de la clínica SOMA y político de impecable trayectoria pública.
En su paso por la U. de A. fue reconocido profesor, decano y magnífico rector. Concibió, planificó y ejecutó la obra educativa más grande de todos los tiempos en Antioquia: la ciudad universitaria de la U. de A., nunca inaugurada. Con un valor de $131.589.000, financiados recursos del BID, del Gobierno Nacional y con $25 millones de la venta del Ferrocarril. Incluyó el mural “La lucha de la vida y de la muerte”, del maestro Pedro Nel Gómez, y la escultura del maestro Rodrigo
Arenas Betancur, “El hombre creador de energía”, gran símbolo de la Universidad.
Con ese proyecto, la Universidad pasó de 1.569 a 9 mil estudiantes. Hoy, alberga a más de 30 mil estudiantes, el 90 % provenientes de los estratos más vulnerables.
El doctor Ignacio fue pionero de una gran etapa de la medicina en Colombia, iniciando una transformación que llevó a la Facultad a ser la mejor en Latinoamérica. Ante el atraso de la medicina en Colombia, inició un proceso decisivo: la transición en la preparación de los médicos del modelo francés al norteamericano, más avanzado en prácticas tecnológicas. Muchos médicos fueron a Estados Unidos a especializarse, gracias a sus contactos con las fundaciones Ford, Kellogg y Rockefeller, llevando a la creación de los departamentos de obstetricia, medicina interna y cirugía.
La política lo llamó en la década de los 60 cuando, en el mismo hotel donde se alojaba en Miami, ingresó por coincidencia a una reunión de los cubanos exiliados en Florida. Se propuso defender la democracia en Colombia para evitar lo sucedido en Cuba, tomada por el comunismo ante la indiferencia de su clase dirigente. Desde 1962, el promisorio médico se propuso participar decididamente en la vida pública.
El doctor Ignacio fue gobernador de Antioquia, nombrado por Alberto Lleras, logrando pacificar nuestro Departamento, donde quedaban vestigios de la violencia partidista.
Como concejal de Medellín sobresalió por la visión empresarial de sus intervenciones. Llegó a ser candidato presidencial, emulando con Gui
llermo León Valencia y Misael Pastrana Borrero, ambos presidentes de Colombia.
En 1969 fue nombrado alcalde de Medellín por Carlos
Lleras, demostrando nuevamente sus dotes de gran gerente. Se destacan la construcción de los parques Piedras Blancas (hoy el renovado Parque Arví) y El Volador, la Avenida Oriental y las Transversales Inferior y Superior.
Fue un distinguido senador por el conservatismo en los períodos 1966-1970 y 1986-1990 y presidió la Comisión V, de Salud y Educación.
Tras concluir sus labores en el Senado, continuó sus actividades de hombre cívico y de gran consejero, entre los que me precio de ser su discípulo. Su brillante y lúcida inteligencia, su sentido común y su inmenso amor por Antioquia y Colombia hicieron que hasta el último día de su vida aportara sus ideas para el mejor funcionamiento de nuestra democracia