Cinco cosas que los humanos ya
Estructuras del cuerpo que alguna vez fueron relevantes y ya no se usan. Puede ser indicio del origen.
Los órganos vestigiales (que queda como resto de algo) han sido durante mucho tiempo una fuente de perplejidad e irritación para los médicos y de fascinación para el resto de los humanos.
En 1893, un anatomista alemán llamado Robert Wiedersheim elaboró una lista de 86 vestigios humanos, órganos “antes de mayor importancia fisiológica que en la actualidad”. Con el paso de los años la lista creció, si bien luego se redujo nuevamente porque hay algunos a los que se les ha encontrado una función o relación con algo más.
Hoy en día, nadie lleva un marcador preciso. Incluso se ha sugerido que el término es obsoleto. En estos días muchos biólogos son extremadamente cautelosos al hablar de ellos.
Esto puede deberse a que el tema se ha convertido en un campo de batalla para los creacionistas (Dios creó el mundo de la nada), quienes sostienen que ninguno de los elementos de la lista original de Wiedersheim se considera ahora un vestigio, por lo que no es necesario invocar la evolución para explicar cómo perdieron sus funciones originales.
Y si bien tienen razón al cuestionar el estado de algunos órganos que antes se consideraban vestigios, dice Nicolás Jaramillo, investigador que explora la evolución orgánica, ecología y taxonomía en la Universidad de Antioquia, que negar el concepto por completo contradice los hechos biológicos.
No es solo una teoría
La evolución se está eliminando de los textos de biología escolar en Turquía. En Hungría, las libertades académicas están cada vez más amenazadas. Para Jaramillo, también profesor de mecanismos de evolución en la Universidad de Antioquia, esta situación es preocupante, porque “la teoría de la evolución está basada en evidencias y fuerte argumentación, desconocerla es negarse al conocimiento, parte fundamental de la cultura humana”.
Las teorías científicas explican hechos y leyes, son previsibles y por lo tanto pueden ser probadas. Muchas personas consideran que los hechos o las leyes son más importantes que estas, pensando que son simples predicciones. Pero para los científicos estas representan un alto nivel de entendimiento. No son simplemente escalones hacia más conocimiento, sino la meta. Ejemplos de teorías que generan mucha confianza gracias a lo bien que explican la naturaleza son la de la gravitación, la de las placas tectónicas y la atómica. Cristina López Gallego, doctora en Biología de la Conservación de la Universidad de Nueva Orleans, en una conferencia en el Parque Explora, recordó que antes de Darwin no se consideraba la idea de que las especies originaran otras especies, ni se había explicado cómo los organismos cambian en el tiempo a través de la selección natural. La teoría de la evolución por selección natural formulada por Charles Darwin desató una revolución. Hoy todavía se perfecciona el entendimiento de los mecanismos evolutivos y todo lo que implican. Los estudios en bioquímica, paleontología, embriología, anatomía comparada, sistemática y otros más, corroboran la teoría más revolucionaria de las ciencias biológicas. Reptiles, anfibios y artrópodos han permitido reconocer la relación tan estrecha