Hace cien años en el mundo, ¿la guerra terminó?
Hoy se conmemora el centenario del fin de la I Guerra Mundial. Le contamos cómo se han transformado las confrontaciones.
Recordar: “pasar a tener en la mente algo del pasado”. Hacer memoria. Por eso hoy líderes mundiales de 60 países se encuentran en el Arco del Triunfo de París, Francia, para conmemorar el centenario del armisticio de la I Guerra Mundial y traer al presente aquella mañana en la que los Aliados y el Imperio Alemán acordaron apagar sus cañones para cesar cuatro años de confrontaciones que acabaron con la vida de al menos 10 millones de personas entre civiles y soldados.
Miles de antorchas pasaron la semana encendidas junto a la Torre de Londres, mientras en Francia su presidente
Emmanuel Macron visitó Douaumont, donde están los restos de algunos de los soldados que fallecieron en la I Guerra. Actos para traer al presente, también, momentos sangrientos como la Batalla de Verdún, la más larga de esa época, “una carnicería humana”. Una fecha que el mundo europeo y Norteamérica tienen en común para reflexionar qué aprendió la humanidad cien años después del fin de la I Guerra Mundial.
Cambios de la disputa
Una guerra de trincheras, ametralladoras y con la aparición del espacio aéreo como campo de batalla, esas fueron las claves del enfrentamiento de comienzos del siglo XX. Pero para historiadores como
Manuel Pareja, profesor de la Universidad de la Sabana, “más que los aspectos militares y tácticas, el punto de vista humano es más importante. Fue una ruptura en lo cultural, la gente empezó a tomar conciencia de la crisis que vivíamos”.
“Lo que hizo fue meter una industria”, explica Ricar
do del Molino, docente de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado. Y la transformación de esa tecnología, “industria de guerra”, sigue.
Así como la aviación cambió las tácticas de los ejércitos; el espionaje, la II Guerra, y la ciberseguridad o los hackers, permearon el siglo XXI, las ba- tallas se han transformado. Además, “en el mundo contemporáneo la guerra salió de Europa y América y se enraizó en Oriente Medio y África”, comenta Ramón Maya, decano de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB).
Para Maya, más que conflictos directos entre estados, las guerras ahora son internas, hay un jaqueo entre las grandes potencias y los sistemas de seguridad de los ejércitos que tienen que blindarse tecnológicamente.
El conflicto del hacker
Si bien después de la primera mitad del Siglo XX lo bélico sigue siendo un escenario de confrontación, aparecieron
“Ahora hay una especie de guerra limpia para los soldados. Ellos no son víctimas, son los civiles”. RAMÓN MAYA Decano Escuela de Ciencias Sociales UPB
otros dos campos de batalla. El primero son esas guerras de “baja intensidad” o soft war de la sociedad industrial a las que pertenecen la cultura de masas y la industria cultural. El segundo, las guerras digitales. Estas últimas se dan en el ciberespacio, con las armas de las nuevas tecnologías y los dispositivos móviles. Eduardo Domínguez Gómez,
historiador y profesor de la Universidad de Antioquia, comenta que “hoy llegó el Internet de las cosas para el control absoluto de los hogares, las personas y las actividades, y el acceso directo a la información falsa que satisface los modos personales de entender el mundo”.
Para expertos en Geopolí- tica como Maya, “entre los estados potencias ha aparecido la guerra cibernética”. Un ejemplo de esta es la presunta trama rusa para manipular las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 y el sentimiento de desconfianza que esta dejó en la red.
Mientras crecen las disputas en el ciberespacio, las autoridades estadounidenses investigan la presunta trama rusa, los ejércitos disparan en Afganistán, Irak o Siria y las hostilidades en Yemen continúan, hoy personalidades que parecen tener ideologías diferentes como Donald Trump, presidente de Estados Unidos,
Vladimir Putin, presidente de Rusia, Angela Merkel, canciller de Alemania y decenas más
de jefes de estado se encuentran frente al Arco del Triunfo para conmemorar el centenario del fin de la I Guerra y preservar la memoria de los pueblos que la vivieron.
La historia es, al fin de cuentas, la gran maestra de las consecuencias de esta
“¿I Guerra Mundial? Es una denominación geopolítica obediente a la concepción de los europeos y norteamericanos que hace cien años creían ser ‘el mundo’”. EDUARDO DOMÍNGUEZ Historiador- profesor U. de Antioquia