OFRECERLE DINERO A UN NIÑO PARA QUE SE DEJE TOCAR
La explotación sexual comercial de niños y adolescentes es un delito y se paga con cárcel. No solo es culpable quien paga por obtener su propia satisfacción sexual, sino también quien lo patrocina, lo permite y se lucra. Esta es una de las peores formas de esclavitud moderna, que viola los Derechos de la Niñez.