El legado del escritor mexicano Fernando del Paso.
El autor mexicano, ganador del premio Cervantes en 2015, murió este miércoles, en Guadalajara. Tenía 83 años.
Fernando del Paso era dibujante. Y eso, decía él, era una venganza de su mano izquierda por la escritura. El autor, quien nació en Ciudad de México el 1 de abril de 1935, de niño quiso dedicarse al humor gráfico, pero lo abandonó por su falta de habilidad con el lápiz, aunque lo retomara años después, ya grande. Lo suyo, sobre todo, fueron los libros, como esa novela Palinuro de México, con la que ganó el premio Rómulo Gallegos en 1982.
Del Paso murió este miércoles, en la mañana, pasadas las nueve, en Guadalajara. Tenía 83 años.
El dibujo llegó primero. De 1955 a 1969 trabajó como creativo en publicidad. También realizó otros oficios. Diplomático, académico y periodista, residió en Londres más de una década (1970-1985), donde fue locutor de la BBC, y entre 1986 y 1988 fue el agregado cultural de la embajada de México en París y después cónsul.
En 1958 publicó su primer libro. Fueron poemas: Sonetos de lo diario. Después llegaron novelas, con vocación histórica. “Yo creo que a muy grandes rasgos toda novela es historia. En toda novela se puede aprender algo de la historia de una época”. Dijo que las buenas encerraban “una recreación muy hábil de la vida”, y sostenía que la buena literatura enseñaba “cómo es el ser humano, aunque más bien sus aspectos trágicos”.
Recordarlo leyendo
Entre sus novelas están José Trigo (1966), considerada un
libro precoz, innovador en el uso del lenguaje y surgido en pleno boom latinoamericano, y Palinuro de México (1982), una parodia en torno a un estudiante de medicina que se ve involucrado en el movimiento estudiantil de 1968, que quedaría marcado por la trágica matanza ocurrida el 2 de octubre de aquel año en la Plaza de Tlatelolco.
La más emblemática fue Noticias del imperio (1986), un trabajo monumental que logró recrear con maestría el efímero Imperio Mexicano encabezado por Maximiliano y Carlota (1864-1867).
Su editora en España, Carmen Balcells (1930-2015), que fue recibiendo el libro por partes, le aconsejó en un primer momento recortarlo, pero posteriormente se dio cuenta de que, por la precisión y estructura del relato, era imposible hacerlo y fue publicado como quería el autor.
En una entrevista, del Paso explicó que desde pequeño quedó fascinado por un relato que en México se explicaba en las escuelas en forma muy breve, casi anecdótico”, pero